Diagnóstico temprano y ortesis craneal, clave para cráneo saludable Es noticia octubre 16, 2024octubre 18, 2024 La ortesis craneal, también conocida como casco ortopédico o correctivo, es un dispositivo médico diseñado para corregir deformidades craneales en bebés. Estas deformidades, como la plagiocefalia, braquicefalia o escafocefalia, suelen desarrollarse en los primeros meses de vida debido a la presión constante en ciertas áreas de la cabeza, ya sea por la posición prolongada del bebé al dormir o por factores congénitos. Están específicamente diseñados para guiar el crecimiento del cráneo de manera que se logre una forma más simétrica y equilibrada. Está hecho a medida, generalmente de plástico y espuma, que se ajusta suavemente a la cabeza del bebé. Funciona aplicando una presión suave y constante sobre las áreas prominentes mientras deja espacio para que las áreas aplanadas crezcan y se desarrollen de manera más natural. El diseño permite redirigir el crecimiento hacia una forma más normal sin causar dolor ni incomodidad al bebé. Son personalizadas para cada paciente mediante un escaneo digital o tomando moldes físicos, asegurando un ajuste preciso y efectivo. A lo largo del tratamiento, pueden ajustarse periódicamente para adaptarse al crecimiento y continuar guiando el desarrollo craneal de manera adecuada. Se consiguen en centros especializados en ortopedia y clínicas de neurocirugía pediátrica. Estos centros cuentan con profesionales capacitados para evaluar la necesidad de una ortesis y para su fabricación y ajuste. Es importante que el proceso de adquisición sea supervisado por un médico especializado, como un neurocirujano pediátrico, un ortopedista o un pediatra con experiencia en deformidades craneales. Estos profesionales realizarán un análisis adecuado, determinarán la necesidad del dispositivo y seguirán de cerca el tratamiento para asegurar que se obtengan los mejores resultados posibles. ¿Cuándo se debe utilizar? El uso se recomienda generalmente cuando se diagnostican deformidades craneales significativas que no se corrigen de manera natural con el tiempo o con intervenciones posturales. Estas deformidades pueden incluir: Plagiocefalia: Aplanamiento en uno de los lados de la cabeza. Braquicefalia: Aplanamiento en la parte posterior de la cabeza. Escafocefalia: Forma alargada y estrecha del cráneo. El momento ideal para iniciar el tratamiento es entre los 4 y 6 meses de edad, ya que durante este periodo el cráneo del bebé es más moldeable y el crecimiento es más rápido. Sin embargo, en algunos casos, puede recomendarse su uso hasta los 12 meses de edad. El diagnóstico temprano es crucial, ya que el éxito del tratamiento depende en gran medida de la edad del bebé y la gravedad de la deformidad. Antes de decidir el uso, se suele intentar corregir la deformidad mediante cambios en la posición del bebé al dormir y otras medidas no invasivas. Si estas intervenciones no son suficientes, se considera el uso de un casco como siguiente paso. ¿Por cuánto tiempo se debe utilizar? El tiempo de uso varía según la severidad de la deformidad y la respuesta al tratamiento. En promedio, se utiliza durante un periodo de 3 a 6 meses, aunque este tiempo puede ser más corto o más largo dependiendo de cada caso individual. Debe ser usado prácticamente todo el día, generalmente entre 20 y 23 horas diarias, permitiendo solo pequeños descansos para el aseo y revisiones. Durante el tratamiento, el bebé tendrá citas regulares con el especialista para evaluar el progreso y ajustarlo según sea necesario. “El cráneo de los bebés es extremadamente maleable. La órtesis craneal aplica una presión constante de manera delicada para corregir deformidades, sin causar molestias”, comentan en Ortopedia Neoforma. La ortesis craneal es un tratamiento efectivo y no invasivo para corregir deformidades craneales en bebés, permitiendo un desarrollo craneal más equilibrado y simétrico. Es fundamental que el uso de este dispositivo sea supervisado por profesionales médicos especializados y que se inicie a tiempo para obtener los mejores resultados. Con el seguimiento adecuado, puede mejorar significativamente la forma del cráneo del bebé, evitando posibles complicaciones a futuro y asegurando un desarrollo saludable. Compartir en Facebook Compartir Compartir en TwitterTweet Compartir en Pinterest Compartir Compartir en Linkedin Compartir Compartir en Digg Compartir