En los días que corren, hablar de caza es tener ganas de polémica, pero guste o no a los diferentes colectivos de la población, la caza ha existido desde siempre. Eso sí, lo que motivaba y movía a nuestros ancestros era el hambre, la necesidad de comer para sobrevivir, mientras que lo que motiva a los cazadores actuales está muy lejos de ser eso, siendo, más bien, algo puramente lúdico. “Los animalistas tachan a los cazadores de asesinos, mientras que los cazadores dicen hacer un bien en pro del equilibrio de los ecosistemas. Lo que está claro, es que el entendimiento entre estos dos colectivos jamás será posible” comentan desde Armería Viaji.

Y tal es la polémica generada entorno a esta actividad, que en plena campaña electoral, unos se decantan por prohibirla mientras que otros manifiestan abiertamente que jamás harán tal cosa. Sucede, algo similar, a lo que ha venido sucediendo desde hace años con los toros, que para bien o para mal tienen seguidores y retractores, mientras que los peores parados, los toros, no tienen ni voz, ni voto.

Desde Armería Viaji indican que “en el último año se han visto incrementadas las poblaciones de ciertos animales, como sucede con los jabalíes en Galicia que se pasean cual perros por la ciudad, o con los conejos en las proximidades de Madrid, que están acabando con las cosechas de agricultores que han levantado la voz en busca de una solución que les garantice que sus cosechas no seguirán sufriendo daños. Los cazadores, harían en estos casos una buena labor”.

Sin embargo, hay quien incluso en el caso de plagas no justifica la muerte de estos y de ningún animal. Entonces, es posible encontrar una solución que agrade a los animalistas, por ejemplo, en el caso de plagas de animales que viven en completa libertad. La respuesta es no. Y es que, como buenos animalistas que son, huyen de todo aquello que implique dañar, matar o experimentar con animales. Tal es así que la mayoría de ellos son veganos.

Por su parte, muchos cazadores creen que el ecosistema se restablece sin más, que acabar con la vida de unos cuantos animalillos, no hará que ninguna especie se extinga, algo que ha quedado en entredicho en más de una ocasión, a pesar de estar fuertemente vigilado.

En cualquier caso, y guste o no, la caza seguirá siendo una actividad legal por el momento, aunque nadie parece tener muy claro, por cuánto.