“El buen consumidor sabe que los AOVE’s siempre estarán por encima de los 3€”, así lo aseguran los responsables de Agroisa, compañía líder en maquinaria agrícola para el sector del olivar, ante las “continuas agresiones que sufren los aceites de oliva vírgenes en los lineales de las grandes superficies. Si las ventas a pérdidas ya suponen de por sí un escarnio a los productores y una falta de respecto a los consumidores, el efecto dominó que ocasiona en las operaciones puede llegar a ser dramático”.

Está modalidad de venta supone que el precio de venta al público es inferior al precio de factura de los proveedores, pero ¿es legal esta estrategia para captar las ventas del aceite de oliva?

La Unión de pequeños Agricultores, UPA, reclama un cambio en la Ley de Comercio Minorista para que las denuncias realizadas se resuelvan con mayor agilidad y rapidez, y sobre todo que las sanciones sean “más fuertes y disuasorias”. Por otra parte, la Ley 3/1991 de Competencia Desleal establece que “la fijación de los precios es libre”, pero prohíbe la “venta a pérdidas” cuando “sea susceptible de inducir a error a los consumidores o tenga por efecto desacreditar la imagen de un producto”.

Según Agroisa, “es un hecho sobradamente constatado que estas grandes cadenas de alimentación ofrecen productos con ofertas abusivas muy por debajo del precio del mercado”, por lo que perjudican a los agricultores y/o productores y, en el caso del aceite de oliva, es un claro ejemplo de ello. Las prácticas que realizan estas grandes empresas alimentarias suponen un engaño a los consumidores ya que disminuyen drásticamente el precio de los productos y, al mismo tiempo, recuperan esas pérdidas a través de la venta de otros productos.

Más información en http://www.agroisa.com/