Capilae, clínica especializada en cirugía de trasplante capilar, quiere tranquilizar sobre la caída del cabello en otoño. Se trata de un proceso normal debido a la pérdida de densidad que se produce en el pelo tras el verano. Lo habitual es perder de 100 a 200 cabellos diarios, superada esa cifra el consejo es acudir a un médico para determinar las causas y establecer el tratamiento adecuado.

“En verano, el Sol incide con más fuerza sobre nosotros y el pelo tiende a engrosarse para ganar densidad y así proteger nuestra cabeza. En el otoño y conforme el Sol se va alejando de la Tierra, el pelo pierde calidad y es cuando se cae”, señala el Dr. Juan Ruiz Alconero, Dtor. Médico de Capilae y médico experto en salud y cirugía capilar, que además advierte “hay que tener mucho cuidado sobre todo con los remedios caseros y los productos milagro que no son efectivos y que pueden incluso ser perjudiciales”.

El Dr. Juan Ruiz Alconero recuerda que sólo hay dos medicamentos que actúan de forma real contra la caída, el minoxidil y el finasteride. “Si la pérdida del cabello por ejemplo está relacionada con un problema alimenticio, entonces corregir la alimentación o ingerir suplementos, será una buena solución, pero si las causas son otras, como un problema de tiroides, entonces este tipo de productos no funcionará”.

La vida media del pelo en el cuero cabelludo es de entre 3 y 6 años, lo que significa que se produce una regeneración constante. Lo habitual es perder de forma diaria entre 100 y 200 cabellos. Una caída excesiva siempre deberá ser evaluada por un médico.

Para ayudar a afrontar esta caída del otoño, en Capilae se recomienda seguir una buena alimentación donde no falten alimentos ricos en hierro, proteínas o ácido fólico, como huevos, legumbres, leche, pescado, carnes, cereales o los frutos secos.

“La alimentación es muy importante para que nuestro organismo pueda mantener el cabello en un buen estado. También es recomendable sanear las puntas si se tiene largo y por supuesto una buena higiene, lo que significa, una frecuencia correcta de lavado y la utilización de champús y mascarillas adecuadas”, finaliza el Dr. Ruiz Alconero.

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