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Anomalías en la venta del Banco de Valencia a la Caixa

A través de la venta del Banco de Valencia a la Caixa se ha entregado a las empresas franco catalanas (Suez-Agbar) compañías de referencia en la Comunitat, como Aguas de Valencia. Haciendo esto el Frob se ha saltado unas cuantas reglas escritas y tacitas, como se expone a continuación.

Cuando llega el actual director del Banco, Jose Antonio Iturriaga, los fondos propios de la entidad eran de 325 millones de euros. En la junta general de mayo sedujo a los accionistas que, para salvar el Banco, aceptaron reducir el valor nominal de las acciones de 0,25 euros a 0,20 euros… eso sí, les aseguró que las acciones seguirían teniendo ese valor. En el momento de redactar este artículo las acciones del Banco de Valencia están en 0,01 euros. Presentó una mini operación acordeón como única salida y única forma de mantener el valor de las acciones y gracias a su gestión ese futuro prometido nunca llegará.

Tras aceptar esta reducción del valor de las acciones, los accionistas aceptaron también los 1.000 millones de ampliación de capital al banco. Pero poco después, en septiembre de 2012 los fondos propios ya eran de tan sólo 988 millones, es decir, con Iturriaga al frente se habían disipado los 325 millones que configuraban los fondos propios de la histórica entidad Banco de Valencia y había empezado a liquidar los 1.000 millones que habían puesto todos los ciudadanos españoles con sus impuestos.

Pero el banco tuvo, además, unas pérdidas en el tercer trimestre de 2012 de 1.233 millones de € que Iturriaga se negó a reconocer en las cuentas depositadas ante la CNMV (expresamente el Frob reconoció la falsedad aflorando las pérdidas después de la venta a la Caixa y declarándolas ante la CNMV). ¿Por qué lo hizo así, tal vez para evitar ir a la liquidación del banco que en aquel momento ya estaba en quiebra?

Luego conocimos otro deterioro de 829 millones por traspasar los activos al Sareb, otra cifra ocultada por Iturriaga hasta que se creyó a salvo por anunciarse la venta a La Caixa.

En resumen, los españoles llevamos puestos en el Banco de Valencia 5.500 millones de euros a cambio de un euro. Y además nos hemos comprometido a asumir el 72,5% de las pérdidas (unos 500 millones de euros más) que puedan aparecer en los próximos diez años, rubricado así por el Frob en la operación de venta. ¿En qué ha quedado el informe encargado por el Gobierno a Oliver Wyman, que cifraba en 3.462 millones de euros el importe máximo que tendría que satisfacer el Estado en el escenario más improbable? Enigma.

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