A lo largo de la historia, los pueblos han ido mudándose de una zona a otra. Ya fuera por la búsqueda de alimento, por la seguridad, para repoblar zonas conquistadas o para mejorar la situación personal, es algo innato en el ser humano.

Con una media de 4 mudanzas en una vida, en España, cada año, se cuentan por cientos de miles el número de movimientos que se realizan trasladando los enseres personales de un lugar a otro.

Mover los enseres que, durante años, se han ido acumulando en las viviendas no es tan sencillo como parece. De hecho, son cada vez más los que deciden ponerse en manos de profesionales para gestionar no solo el traslado sino también el embalaje y la colocación en destino. 

Incluso puede ser el momento perfecto para hacer una limpieza con muchas cosas que surgen y que ni siquiera se recordaba tener. Venderlas o desecharlas ayuda.

“Mudarse no es sencillo. Conlleva mucho estrés y, si no se sabe cómo hacerlo bien, acaba suponiendo un problema porque se estropean muchas piezas por el camino. Da igual que se trate de mudanzas en Majadahonda o en algún lugar recóndito de Galicia, se trabaja con los recuerdos de los clientes y de ahí que haya que ir con cuidado y protegiendo todo. Muchos muebles u objetos de decoración tienen un valor sentimental único” explican desde Mudanzas Corona.

¿Cuáles son los consejos que ofrecen los especialistas?

En primer lugar, cuando se trabaja con profesionales, es necesario pedir previamente un presupuesto y ajustarse a las condiciones ofrecidas. Es fácil que luego, sobre la marcha, se quieran llevar más cosas o cambiar itinerarios. Eso supondrá un coste añadido por lo que es clave poder saber a qué atenerse con un presupuesto detallado claro y precio cerrado.

Planificar el comienzo y fin del proceso de traslado es clave. Aunque trata de hacerse en un único día, si se puede alargar y permitir preparar el destino en condiciones, se mejora la experiencia.

Lo que recomiendan al empezar a recoger es marcar cada una de las cajas para saber qué hay dentro. Esto permite decidir si son imprescindibles para desembalar rápido o no.

“Siempre recomendamos que señalen las cajas que les permitirán comenzar. Vajilla, ropa de cama, medicamentos, dispositivos electrónicos más básicos…eso deberá ser rápidamente localizable para desembalar” explican.

En la vivienda a la que se llega se recomienda dejar una habitación que no vaya a usarse para acumular y almacenar allí las cajas para luego colocarlas. Evitar que todo esté por medio ayuda a poder montar los espacios principales. Salón, baño, dormitorio y cocina son lo imprescindible para poder vivir. La decoración llegará después.