Mudanzas, traslados, cambios de decoración en el hogar o el centro de trabajo… Buscar portes baratos para el transporte de muebles se presenta como una necesidad insalvable que se debe resolver de manera urgente y con todas las garantías. Pero al tratarse de bultos de gran tamaño, no todo el mundo dispone de los medios adecuados para llevar a cabo el traslado de manera autónoma.

En estos casos, lo más frecuente es recurrir a empresas especiales que faciliten el trabajo con sus servicios, y que ofrezcan portes económicos y de calidad. El único problema es encontrar la adecuada. Aquí están unos consejos básicos para asegurar el éxito de cualquier transporte:

1. Planificación. Cualquier mudanza o cambio de ambiente notable implica una preparación previa. Por ello, a la hora de plantear cualquier transporte de muebles, lo mejor es dejarlo todo bien atado: desde los bultos que se van a trasladar hasta la fecha y la hora en las que se espera la entrega. Es un primer paso lógico, pero, en ocasiones, se deja en manos de terceras personas y la cadena de transporte se rompe. A mayor control de la planificación, mayor seguridad de los portes.
2. Búsqueda. Una vez seleccionados los muebles a trasladar, se inicia la búsqueda del servicio más adecuado. Son muchas las empresas que se dedican al transporte de todo tipo de mercancías. Pero no todas cuentan con los medios específicos para llevar muebles de gran tamaño. Por eso, lo principal es descartar todas las compañías que no puedan hacerse cargo de los bultos. Las restantes deben ser analizadas y comparadas hasta encontrar la mejor relación calidad- precio y las condiciones más beneficiosas para el transporte de los muebles.
3. Preparación. Además de encontrar una empresa pulcra en su trabajo y confiable, es aconsejable acondicionar los muebles al traslado antes de dejarlos en manos de terceras personas:
   1. En caso de que vayan desmontados en piezas, identificarlas correctamente para poder montarlos posteriormente sin problemas.
   2. Cubrir estas piezas o las zonas más delicadas con materiales protectores como espuma.
   3. Si los muebles tienen puertas, fijarlas con cuerdas (la cinta adhesiva puede dejar marca).
   4. Utilizar las cajas originales de los muebles o cubrirlos con plásticos o mantas para que no queden expuestos a golpes o rozaduras.
   5. Aviso al vecindario. El resto de los miembros del edificio son agentes indirectos del transporte de los muebles. Cualquier acción especial que se necesite para mover los bultos dentro del inmueble (una grúa, el bloqueo del ascensor, poleas…) les afecta de lleno. En este sentido, se recomienda avisar a la comunidad de las molestias que pueda causar el transporte de muebles en un día concreto.

Aunque siempre puede haber imprevistos, estos cuatro pasos básicos son imprescindibles. No importa si lo que se envía es un sofá, un armario, un juego de mesa y sillas, o todo en conjunto. Los riesgos se minimizan, la calidad queda garantizada y se consiguen unos portes baratos tanto por el precio del servicio como por los problemas ulteriores que se evitan.

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Fuente Noticia TusMedios.es