La comida francesa es una de las más reconocidas y apreciadas a nivel mundial por sus sabores refinados, técnicas culinarias sofisticadas y variedad de platos emblemáticos. Su influencia se extiende por todo el planeta, siendo parte integral de la gastronomía de numerosos países. 

Se distingue por su enfoque en la calidad de los ingredientes, la precisión en la preparación y la presentación elegante de los platos. Una de las características más destacadas es la diversidad de productos regionales que se utilizan, como quesos, vinos, hierbas aromáticas y productos del mar, que aportan una riqueza de sabores y texturas. Esta influencia se refleja incluso en establecimientos como el restaurante bistró francés en Madrid, donde los comensales pueden disfrutar de auténticos sabores y técnicas culinarias francesas sin salir de la ciudad.

Uno de los elementos más emblemáticos es su amplia variedad de panes y bollería. Desde baguettes crujientes hasta croissants delicadamente hojaldrados, el pan francés es un acompañamiento esencial en muchas comidas y se disfruta tanto en la mesa como en panaderías tradicionales.

También es conocida por su énfasis en las salsas y los fondos de cocción, que añaden profundidad y complejidad a los platos. Salsas clásicas como la bechamel, la velouté, la hollandaise y la borgoñona son fundamentales en la gastronomía francesa y se utilizan en numerosas recetas, desde gratinados hasta platos de pescado y carne.

Los quesos franceses son otro aspecto distintivo del país. Con una amplia variedad que incluye desde suaves brie y camembert hasta intensos roquefort y comté, los quesos franceses son apreciados tanto en Francia como en el resto del mundo. Se sirven como entrantes, se utilizan en platos principales o se disfrutan simplemente con pan y fruta como parte de una tabla de quesos.

La cocina francesa se caracteriza también por su enfoque en los platos elaborados y técnicas culinarias refinadas. Desde el arte de la alta repostería hasta la elaboración de platos de alta cocina, como el boeuf bourguignon, el coq au vin o el ratatouille, los chefs franceses son conocidos por su habilidad para combinar ingredientes de forma creativa y transformarlos en platos exquisitos.

Su presencia en todo el mundo se debe en parte a la influencia histórica y cultural de Francia, así como a la popularidad de su cocina entre chefs y amantes de la gastronomía. Restaurantes franceses, brasseries y bistros se encuentran en ciudades de todo el mundo, ofreciendo a los comensales la oportunidad de disfrutar de la auténtica comida francesa sin salir de su país.

En Oh Delice Bistrot, comentan: “No solo somos amantes de la buena comida, sino exploradores incansables en busca de productos excepcionales.”

La excelencia de la cocina francesa se evidencia en su calidad, variedad y refinamiento culinario. Sus exquisitos sabores, métodos arraigados e ingredientes selectos la posicionan como una de las más prestigiosas y admiradas internacionalmente. Desde sus renombrados quesos y vinos hasta sus platos emblemáticos, la comida francesa continúa siendo un referente culinario que brinda placer a los paladares de todo el mundo, celebrando la diversidad y el arte de la buena mesa.