El fallecimiento de un ser querido supone un estrés emocional y mental para los que quedan atrás.

La muerte de un miembro de la familia suele conllevar también tareas logísticas, financieras y administrativas. Además de lidiar con la realidad de la pérdida, muchas personas se encuentran de repente en la posición de albacea, planificador y, a menudo, mediador.

El trabajo mental, físico y emocional combinado puede ser mucho. Esto se duplica si su empleado era también el cuidador del fallecido.

Aunque a nadie le gusta pensar en la pérdida de sus seres queridos, la licencia por duelo es una forma de ayudar a los empleados cuando inevitablemente ocurre. Informarse sobre la licencia por duelo -antes de que usted o su equipo la necesiten- puede ayudar a aliviar un período difícil. Sabiendo que también se puede viajar a otra provincia por muerte de familiar y puede solicitar este permiso.

¿Qué es la baja por duelo?

La mayoría de las políticas de licencia por duelo de los empleados estipulan que la persona que fallece tiene que ser un familiar cercano, como un padre, un hermano, un hijo o un cónyuge. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el permiso por duelo puede utilizarse para atender la muerte de cualquier ser querido.

Las políticas de baja por duelo suelen estar recogidas en el manual del empleado, si la empresa dispone de él. No es raro que las pequeñas y medianas empresas no tengan una política formal de permisos.

¿Cuánto dura el permiso por duelo?

La duración del permiso por duelo depende de varios factores. La distinción más común en los tipos de permiso es la relación entre el empleado y el fallecido.

En la mayoría de los casos, los empleados reciben un mínimo de tres días de permiso por fallecimiento de un familiar directo. Este permiso suele incluir a los padres, hermanos, hijos, cónyuges y abuelos. Sin embargo, muchas empresas ofrecen hasta dos semanas de permiso remunerado, y potencialmente tiempo adicional como prestación no remunerada. Puede haber un límite de tiempo para el permiso por duelo no remunerado.

En el caso de los familiares no directos, es habitual recibir al menos un día de permiso remunerado, aunque algunas organizaciones ofrecen más.

Muchas organizaciones también ofrecen un breve permiso de cuatro horas para asistir al funeral o al servicio conmemorativo de un compañero de trabajo.

Aunque el parentesco con el difunto suele utilizarse para determinar la cantidad de permiso a la que tiene derecho un empleado, esta práctica está quedando obsoleta. A medida que la estructura familiar se aleja del estereotipo “nuclear”, las personas establecen relaciones diferentes y más complejas.

Por ejemplo, algunas personas son criadas por un tutor o tienen la responsabilidad principal del patrimonio de un amigo. Debe ser la persona la que determine cuánto tiempo necesita para llorar una pérdida.