La siniestralidad laboral de las empresas mutualistas de mutua MAZ a nivel nacional, ha aumentado en España casi un 3% durante el último año, alcanzando 53.322 accidentados en 2018, frente a los 51.833 del año anterior. De esta manera, se han registrado 19.134 accidentados con baja, que han generado 23.419 procesos, y 34.188 sin baja durante el último año, con un incremento cercano al 4,5% y 2% respectivamente, en comparación con los datos registrados en 2017. Así lo ha recogido el ‘Estudio de la siniestralidad laboral. Empresas asociadas a MAZ: 2018 y su evolución desde 2012’ sobre la siniestralidad laboral en las empresas mutualistas y trabajadores autónomos asociados a Mutua MAZ.

Los accidentes de trabajo, con y sin baja, entre los diferentes segmentos de empresas por rango de número de trabajadores ocupados por éstas, sitúa 5.1088 de 1 a 5 trabajadores; 3.521 de 6 a 10 trabajadores; 5.789 de 11 a 25 trabajadores; 5.956 de 26 a 50 trabadores; 5.314 de 51 a 100 trabajadores; 4.640 de 101 a 250 trabajadores; 12.585 en empresas de más de 250 trabajadores.

Por divisiones de actividad económica, el sector servicios registra el mayor número de accidentes de trabajo con y sin baja durante el último año con 28.255 accidentados. A continuación, se sitúa el industrial con 15.321 y la construcción con 6.327 personas. La cifra más pequeña la recoge el sector agrario en el que se han alcanzado los 3.406 accidentados en 2018.

Concretando los accidentes de trabajo con baja sucedidos en función de las labores desarrolladas, el informe sitúa las tareas de producción, transformación y almacenamiento como el tipo de trabajo con mayor número de accidentados registrando 7.319 en el último año. Por su parte, en tareas de instalación, mantenimiento, limpieza, gestión de residuos y vigilancia, se han situado 3.629 accidentes con alta, seguidos de servicios a empresas/ personas y trabajos intelectuales con 2.797 accidentados.

El estudio también pone de manifiesto los datos referentes a los accidentes de trabajo con baja sufridos por la población protegida por MAZ calificados como graves, muy graves y mortales divididos por sexo del accidentado. Así, se han registrado 109 casos graves, 6 muy graves y 22 mortales entre los hombres y 8 graves en el caso de las mujeres.

Los datos de siniestralidad laboral recogidos en el informe ponen de relieve la franja horaria en la que se registra el mayor número de accidentes. De tal modo, el tramo horario comprendido entre las 10 y 11 de la mañana, ha registrado la cifra más alta con 2.328 accidentes de trabajo con baja. Por el contrario, entre las doce y una de la madrugada se han producido 146 accidentes en 2018. A nivel general, durante la mañana (8h-13h) el número de accidentados con baja ha sido de 9.602, una cifra que desciende en el tramo de la tarde (13h-19h) registrando 5.189 accidentados.

En otro sentido, 7.363 accidentados con baja han sufrido lesión en extremidades superiores, mientras que 5.482 lo han hecho en las extremidades inferiores y 2.923 en espalda, incluida columna y las vertebras dorsolumbares.

Los datos del  primer semestre de 2019 sobre los procesos con baja aumentan a un ritmo superior, de un 3,8%, mientras que los procesos sin baja mantienen la tónica del 2018.

Con este estudio se proyectan las nuevas actuaciones preventivas de la mutua colaboradora con la Seguridad Social para ayudar a las empresas a prevenir los accidentes más probables y colaborar con ellas en la elaboración de acciones que los disminuyan dentro de su marco establecido.

El estudio, realizado desde el Área de Actividades Preventivas de MAZ, se realiza como parte de las actuaciones desarrolladas dentro del marco establecido en la Orden TAS/3623/2006 y la Resolución de 4 de mayo de 2015, de la Secretaria de Estado de la Seguridad Social. MAZ ha elaborado este estudio comparando los indicadores principales de siniestralidad y muestra su evolución desde el año 2012, así como el estudio de la siniestralidad laboral de las empresas asociadas a MAZ, durante el ejercicio 2018.

Cabe destacar la búsqueda de nuevas formas de sensibilizar al colectivo con apoyo en la tecnología e innovación, como los simuladores de vuelco y conducción -crean buenos hábitos en seguridad vial- o las gafas de realidad virtual -simulan situaciones de riesgo creando en los individuos experiencias que ayudan a tomar consciencia de la importancia de la prevención-.