Las claves para inmortalizar una boda mediante el arte de la fotografía, según Iñaki Lungarán Empresas abril 24, 2018 La fotografía de bodas no sólo trata de captar momentos, sino también de contar historias usando imágenes. Iñaki Lungarán como fotógrafo de bodas experimentado y curtido en mil eventos, es conocedor de que una buena técnica acompañada del gusto estético adecuado puede hacer que la fotografía de bodas se convierta en algo más que una mera documentación del enlace de una pareja; en la inmortalización artística del día más señalado. No en vano, las parejas tienen claro que contratar un servicio profesional de fotografía de bodas suele ser el servicio que más disfrutarán a largo plazo, constituyendo el principal soporte con el que poder recordar y compartir esos recuerdos. Según Iñaki Lungarán, una de las claves fundamentales es la implicación del fotógrafo con los novios. El fotógrafo filtra y procesa lo que está sucediendo, dejando constancia de todo lo esencial mediante la realidad de su lente. Cada pareja es única, y así ha de ser su boda. Cada una tiene una historia que contar que no se parece a ninguna otra.”Los detalles de cada momento son la clave que define tu trabajo, y cada momento cuenta una historia”. El fotógrafo de bodas, según Lungarán, ha de ser también quien perciba con su cámara lo que para el resto de los invitados pueda pasar desapercibido. Detalles que los novios identificarán y que guardarán con cariño. Las fotografías son recuerdos plasmados en imágenes, especialmente cuando se trata de un día tan importante como el enlace de una pareja. Una responsabilidad así exige al profesional que limite el número de celebraciones que vaya a cubrir, para que pueda implicarse profesionalmente, dedicando todo el tiempo que sea necesario a la preparación del reportaje: “Cada reportaje de boda lo considero una obra única para mí, donde mimo cada instante. Es por ello que limito el número de bodas puesto que mis reportajes son creados única y exclusivamente por mí y mi ayudante de iluminación, obteniendo una fotografía de autor, con una personalidad definida, basada en la calidad de la imagen”. Otra de las claves que Lungarán enfatiza en el reportaje fotográfico de bodas es el realismo: “las fotografías han de estar llenas de vida; siendo realistas y nada forzadas. Sentir el momento es fundamental, vivir el momento, formar parte de él, conectar con las emociones, con la pareja. Comprender lo sublime y profundo de la celebración. Mezclar el carácter especial de los hechos que se desea plasmar con lo cotidiano: el abrazo de los novios al detenerse durante su paseo sobre un puente, la madre ayudando a su hija con los últimos retoques, etc. Imágenes que pudiendo pasar inadvertidas albergan grandes emociones que toda pareja querrá conservar y recordar”. Por último, el maestro fotógrafo destaca la importancia de la pasión, de apasionarse con lo que uno hace, porque más allá de la técnica se encuentra el arte, y a través de él la conexión íntima con lo trascendente. Lungarán recomienda a toda persona que quiera emprender esta carrera profesional que se forme a fondo, pero que viva la fotografía y que sólo sintiéndola llegará a conectar con el momento y podrá reflejar su esencia. Más información en: http://inakilungaranfotografia.com Vete a la fuente Compartir en Facebook Compartir Compartir en TwitterTweet Compartir en Pinterest Compartir Compartir en Linkedin Compartir Compartir en Digg Compartir