• Las oficinas “virtuales” suponen un cambio de concepto respecto del alquiler de despacho tradicional y se consolidan como una firme alternativa para alcanzar la flexibilidad laboral y el ahorro de costes.

• Una fórmula de trabajo alineada con las expectativas de los nuevos perfiles de profesionales independientes y con los procesos de expansión de las compañías.

Madrid, 29 de marzo de 2017. En los últimos tiempos, la sociedad es cada vez más consciente de cómo la noción tradicional de las cosas cambia a un ritmo vertiginoso. Lo que antes era impensable, ahora se convierte en imprescindible en nuestro día a día y vemos en las nuevas tecnologías una ventana infinita a la transformación de nuestras rutinas y necesidades. El ámbito de los negocios es uno donde este factor influye especialmente, las nuevas generaciones demandan modelos de trabajo diferentes y el mercado debe estar preparado para satisfacer sus requerimientos.

Lexington, compañía pionera del sector de los Business Centers en España, confirma el crecimiento de las oficinas virtuales como fórmula de concebir el entorno de trabajo. Una alternativa que permite disponer de un espacio totalmente operativo sin necesidad de alquiler permanente. Tal es el interés, que ya son cerca del millar los clientes que cuentan con una oficina virtual en Lexington.

Según palabras de David Vega, Ceo de Lexington: “Este aumento por el interés en oficinas virtuales se ha visto impulsado en los últimos meses con un incremento en las contrataciones, respecto de años anteriores, que supera el 106%. Un dato más que relevante, fruto de la perspectiva positiva de la situación económica actual en cuanto a creación de empresas, y que nos indica hacia dónde se inclinan las necesidades de los profesionales”

Las claves determinantes que convierten a la Oficina Virtual en una opción atractiva para profesionales y empresas:

• Adaptación a los nuevos perfiles laborales: según el estudio elaborado por Randstad Professionals, en los próximos 5 años se generarán hasta 1.250.000 empleos propiciados por la digitalización. Unos perfiles donde la movilidad tendrá un peso fundamental. Disponer de una oficina virtual permite que el profesional, ya sea por cuenta propia o como empleado de una compañía, pueda trabajar desde cualquier parte del mundo o practicar el teletrabajo a la vez que hace uso de los espacios físicos de trabajo solo cuando los necesite. Una opción cada vez más demandada, que facilita el establecimiento de ritmos de actividad a la medida de cada persona, y que posibilita a las empresas contar con varios puntos estratégicos donde localizar a sus equipos.
• Imagen de marca: esta es una de las principales causas del incremento de las contrataciones de esta fórmula de trabajo. Una oficina virtual contempla el acceso puntual a las salas de reuniones de centros de trabajo de alta categoría a un coste muy accesible, pudiendo recibir a clientes y proveedores en instalaciones muy acondicionadas para cada ocasión. Además, el hecho de obtener una dirección de negocios (domiciliación de empresas) en una zona prime supone ya un gran valor añadido, y que un equipo de profesionales atienda las llamadas en nombre de la empresa en cuestión y recepcione visitas y correspondencia, otra arma fundamental para consolidar cualquier imagen de marca.
• Acceso a espacios de trabajo comunes: otro factor determinante del éxito de las oficinas virtuales es que suelen permitir el uso ilimitado de las áreas comunes de los centros de negocios. Este hecho conlleva: contar con un “hotdesking” desde el que trabajar y romper con la rutina de aquellos que lo hacen desde casa, utilizar las zonas de reunión informal y los espacios abiertos y compuestos por sofás y diversos formatos originales, así como disponer de Wi-Fi en todo momento y, lo más importante, participar de un entorno de trabajo donde se generan sinergias y donde las posibilidades de networking son muy elevadas.
• Ahorro de costes: para muchos empresarios y, sobre todo, para muchos emprendedores supone un gran esfuerzo mantener los costes derivados del alquiler de un despacho físico. La oficina virtual permite contar con una serie de servicios muy focalizados, asumiendo un coste comedido. El precio medio de una oficina virtual básica, que permita la domiciliación de una empresa, puede rondar los 35-45€ mensuales y el importe de la opción más completa, la que da acceso a salas, atención de llamadas, etc. se situaría en torno a los 130-150€ mensuales, aproximadamente.

Más sobre Lexington:

Pioneros en el sector de los Centros de Negocios en España, los Workspaces Lexington aportan soluciones inmediatas a las necesidades de espacio y servicios empresariales de multinacionales, PYMES y emprendedores, ofreciendo propuestas de valor que les permitan optimizar sus costes y disponer de instalaciones eficientes con la más avanzada tecnología. Múltiples posibilidades con la mayor flexibilidad: alquiler de oficinas y despachos, alquiler de salas de reuniones por horas o jornadas, contratación de oficina virtual, herramientas para videoconferencias y soporte administrativo.

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Fuente Noticia TusMedios.es