“El mantenimiento de los vehículos destinados a obras públicas es imprescindible para luego poder ofrecer un buen servicio. Y más, ahora, cuando llega la época de heladas y nieves y se necesitan a pleno rendimiento” explican desde Rectiberica, una empresa especializada en dar servicio y rectificar motores de diferentes tipos de vehículo.

Con la primera gran borrasca a la vista cruzando la Península, se pondrán de nuevo a prueba los dispositivos de emergencias que hayan organizado desde las Administraciones. Y parece que solo será la primera de un invierno que se ha hecho esperar.

El caos, de forma habitual, suele llegar por carretera, cuando cientos de conductores se encuentran atrapados en alguna carretera por las condiciones meteorológicas, por no llevar la equipación necesaria en el vehículo para transitar por ellas pese a los avisos o bien por falta de parque móvil capaz de hacerse cargo de la situación.

El norte ya se prepara con miles de kilos de sal para poder tratar de prevenir un caos circulatorio por las principales articulaciones de la red de carreteras, sin embargo, también las Administraciones saben que es necesario dotar a sus efectivos de un mantenimiento de vehículos acorde con sus necesidades.

Quitanieves, ambulancias, vehículos de Protección Civil, de la Guardia Civil y del resto de cuerpos de seguridad que velarán por la normalidad y asistencia que sea necesaria durante las tormentas más señaladas.

Cuando este tipo de temporales arrecia, es también recomendable pensar en hacer los trayectos en transporte público.

“Los ferrocarriles españoles tienen rutas capaces de dar cobertura prácticamente a todos los trayectos más transitados de nuestro país, conectando con las principales capitales a las localidades de sus provincias. Siendo uno de los transportes más seguros, estamos acostumbrados a reparar y mecanizar piezas de las principales locomotoras MTU, Deutz, o Mercedes y garantizar no solo una vida útil más larga sino segura” comentan desde Rectiberica.

Este año, además, se ha fomentado la formación de los conductores de quitanieves en las zonas de montaña del Val de Arán buscando unos efectivos que sean capaces de solucionar cualquier incidencia en las calzadas y también, por qué no decirlo, a bordo de este tipo de vehículos dada la poca adherencia de las carreteras cuando ellos van pasando para despejar los carriles.