Onroad ofrece siete consejos para controlar los nervios en el examen práctico del carnet de conducir Motor octubre 1, 2021octubre 1, 2021 Onroad, la autoescuela digital que está revolucionando el sector de la movilidad, detalla siete consejos para afrontar el examen práctico del carnet de conducir. Se trata de algunas recomendaciones enfocadas a controlar los nervios, los principales enemigos en esta prueba para la mayoría de alumnos. Javier Salvador, director pedagógico de Onroad, asegura que “aprobar el carnet no es solo cuestión de estudio y práctica. Todas las personas sienten ansiedad a la hora de enfrentarse a los exámenes. Cuando esta situación no se controla, es posible que, a pesar de haber estudiado, los nervios jueguen una mala pasada y se acabe suspendiendo un examen para el que se estaba ampliamente preparado”. Según la DGT, en 2019, en España obtuvieron el carné de conducir de turismos más de 560.000 personas y, de ellas, solo el 27% aprobó la prueba práctica en primera convocatoria. “En multitud de ocasiones, los nervios provocan errores tontos, como por ejemplo a la hora de aparcar o de enfrentarse a un ceda el paso”, añade Salvador. Noemí Manrique, psicóloga general sanitaria especializada en terapia cognitivo-conductual, explica algunos de los motivos por los que los alumnos se ven superados en el examen práctico: “El problema está cuando la ansiedad se prolonga, tensa los músculos, nubla el cerebro e impide que utilicemos bien nuestros recursos. El cerebro produce unos 20.000 pensamientos al día, la mayoría de ellos irracionales. De esos pensamientos, que tratan de anticipar lo que va a ocurrir, solo un 5% sucede en realidad”. Con el objetivo de ayudar a los alumnos a superar el examen práctico, Onroad ofrece una serie de consejos que permitirán afrontar, con la confianza necesaria, el trámite definitivo para obtener el permiso de conducir. No te dejes dominar por los nervios. Los nervios son un elemento funcional: alertan al cerebro ante una situación de peligro y le avisan para que se ponga en marcha y reaccione. Activa nuestro sistema y nos ayuda a responder de forma adecuada. No hagas caso a los pensamientos negativos. Es importante no darle poder a los pensamientos intrusivos y negativos, ya que no tienen el peso que se les suele otorgar. Hay que dejarlos ir al igual que han venido y no alimentarlos para no entrar en bucle. Aleja las referencias negativas. “Mi amigo ha suspendido cinco veces, seguro que yo también suspendo“. Hacer caso a estos pensamientos genera un sistema de alarma más intenso que el funcional, mucho más potente que el que se necesita para hacer el examen. Esto provoca un bloqueo e impide usar de forma correcta nuestros recursos. Estás totalmente preparado para aprobar. El día del examen, el alumno lleva un tiempo practicando y ha adquirido las capacidades y habilidades necesarias para lograr el objetivo. Esto ayudará a enfrentar el examen con tranquilidad y seguridad en uno mismo. Descansa adecuadamente. En los días previos, es muy importante no tomar cafeína y descansar bien. El café o los refrescos con cafeína sobre activan el sistema nervioso y lo ponen en una mayor situación de alerta. Además, dormir bien hará que el cerebro no esté fatigado y pueda poner en funcionamiento todos sus recursos. Sé puntual el día del examen. No conviene llegar tarde, sino levantarse con bastante antelación. De lo contrario, con las prisas se genera otra alerta más en el cerebro: “tendría que haberme despertado antes“, “no voy a llegar“… No tengas miedo al fracaso. Cometer errores es lo más normal del mundo. No se puede controlar todo, solamente lo que está en nuestras manos: dar lo mejor de uno mismo, estudiar y practicar. Esto será lo que garantice el éxito y permita lograr el objetivo. Además, Manrique recomienda aplicar técnicas de relajación durante los días o incluso semanas previas. “La técnica de relajación muscular progresiva de Jakobson ayuda a destensar todos los grupos musculares del cuerpo”, asegura: “otra técnica que puede ayudar es la técnica de respiración diafragmática. Se pone una mano en el pecho y otra en el estómago; al inspirar, se mete el estómago lo máximo posible, y, al soltar el aire, se suelta también el estómago. Realizar estas respiraciones varias veces, de forma pausada y profunda, relaja los músculos y permite que se oxigenen mejor”. Otra de las técnicas que se pueden emplear es la visualización, que consiste en imaginarse a uno mismo en el día del examen tranquilo y confiado. Hacer una representación mental del escenario ayuda a estar seguro de uno mismo y afrontar el examen con más confianza. Compartir en Facebook Compartir Compartir en TwitterTweet Compartir en Pinterest Compartir Compartir en Linkedin Compartir Compartir en Digg Compartir