Los principios de las Relaciones Públicas es hacerlo bien y hacerlo saber… Por tanto, no hay posibilidad de hacer buenas relaciones públicas sin “hacerlo bien”.

El marketing y todos sus apellidos, sufijos y afijos: Telemarketing, Content marketing, Video marketing, Social marketing, Inbound Marketing, Cross Marketing, Marketing con causa… y hasta el Karma Marketing del que hemos hablado en otro post, son rutas distintas para lo mismo: contar las cosas buenas que hacen las empresas.

Pero no somos tan ingenuos como para pensar que las empresas nunca se equivocan, o que no hacen las cosas mal. Como una vez me explicó una profesora de finanzas, las organizaciones fallan, porque se equivocan sus personas.

Pero el marketing que nosotros queremos hacer no es un lavado de cara, un Green Washing que meta debajo de la alfombra los trapos sucios o las decisiones que puedan avergonzar a sus directivos. Nuestra idea es que aunque, al igual que las personas, las organizaciones no son perfectas. Siempre hay elementos para poner en valor.

Siguiendo las tendencias de la psicología positiva, nuestra idea es que para hacer una sociedad mejor no hay que estar constantemente sacando “los trapos sucios”. Hay otro método que es “poner el foco” sobre los aspectos generosos, creativos, innovadores, generadores de empleo y riqueza sostenible de las empresas y que haya un efecto contagio. Creemos en el efecto reproductor de las imágenes positivas, reforzando las buenas prácticas, promocionando un caldo de cultivo en el que fructifiquen otros.

¡Y nuestro marketing de las #buenasnoticias es precisamente eso!