Las instituciones públicas y gubernamentales son las principales responsables de garantizar todos aquellos servicios a los que un ciudadano debe tener acceso. Casi todos los países del mundo con un Estado de derecho justo y social cuentan con estos organismos y sus funciones. De hecho, aunque pueda haber variaciones en los nombres y las estructuras, casi todas las naciones disponen de los mismos servicios si las comparamos unas con otras.

España es uno de los países en el que los organismos públicos y dependientes del gobierno central tienen más peso dentro de la propia administración estatal. Desde su configuración completa durante la transición y los años posteriores, la red de instituciones que prestan servicios a los ciudadanos y velan por ellos se ha consolidado y cuenta con una tasa de eficiencia superior a la media mundial, a pesar de la sensación que podamos percibir los propios españoles.

Uno de los organismos más importantes con los que cuenta España es el llamado Registro Civil, que aunque para algunos sea una pieza más del corpus gubernamental, lo cierto es que en él se desarrollan actividades fundamentales para todos los ciudadanos. Para los más desconocedores de todas las funciones de esta institución, en este artículo nos encargaremos de hacer ver por qué es necesaria a existencia de Registro Civil.

¿Qué funciones tiene el Registro Civil?

El Registro Civil es la institución pública jurídica en la que se almacenan todos los datos que corresponden a los ciudadanos españoles de manera personal. La fecha de nacimiento, la filiación con respecto a los predecesores y los sucesores familiares, la fecha de defunción y todo aquello relacionado con los estados que un ciudadano pueda adquirir: soltero, casado, divorciado, huérfano, viudo… En resumidas cuentas, se trata de una base de datos en la que se registra todo aquello que pueda ser importante en el desarrollo vital de un ciudadano, de ahí que insistamos en que el Registro Civil se trata de una de las organizaciones del ordenamiento jurídico más importantes de nuestro sistema.

Por supuesto, toda esa información puede ser consultada por los ciudadanos cada vez que quieran tener acceso a ella. Hasta hace relativamente pocos años el Registro Civil se organizaba de manera territorial, ya que las comunicaciones no eran tan eficientes como en la actualidad. Sin embargo, en 2014 se llevó a cabo el cambio definitivo con el que convivimos hoy. El organismo es de carácter central y todos los datos están informatizados, de manera que es posible consultar nuestros datos accediendo a las plataformas oficiales como registrocivilmadrid.org.

El nacimiento, el sexo y su cambio, los apellidos y sus cambios, el estado civil, la emancipación, la defunción, la ausencia y el fallecimiento, el matrimonio, el divorcio… Todos estos estados se guardan en el Registro Civil. En este contexto, los ciudadanos tenemos el derecho de acceder a ellos cuando lo necesitemos y a la vez la obligación de registrar aquellos datos personales que el Estado considere como obligatorios. Además, el carácter gubernamental y jurídico del Registro Civil lo posiciona como garante de verdad. Es decir, todo aquello que conste en el registro es una verdad oficial iuris tantum, salvo que alguien pueda demostrar lo contrario.

Como vemos, el Registro Civil es realmente necesario para asegurarnos de que todos nuestros derechos nos serán accesibles.

¿Qué importancia tiene el Registro Civil?

El Registro Civil no sólo compone la base de la entidad jurídica de un ciudadano con la que se le dota de nacimiento, sino que además realiza una tarea de contabilización de nacimientos y defunciones que es crucial para el funcionamiento de un país. Si no fuera por estos datos, los Estados no podrían evaluar las capacidades de sus organismos sociales ni podrían subsanar la falta de eficacia del sistema sanitario ante aquellas situaciones que le afectan directamente. De hecho, una de las instituciones básicas que se precisa en aquellos países en vías de desarrollo es un registro civil eficiente, ya que en él se realiza el recuento oficial de muertes y nacimientos en el país.

Cuando un país cuenta con datos fehacientes de ascenso y descenso de la población es capaz de poner en marchas políticas de natalidad efectiva, valorar la longevidad de sus habitantes y protegerla mediante leyes o crear métodos sanitarios eficaces para proteger a sus ciudadanos. Por otro lado, todo aquel que se encuentre fuera de los datos de un registro civil corre el riesgo de sufrir las consecuencias de la exclusión que conlleva estar fuera del sistema oficial de protección que los gobiernos brindan mediante el Estado de derecho.