El impacto económico que tienen las actividades relacionadas con el desarrollo de las infraestructuras es especialmente importante en Estados Unidos, un país cuyo mercado de construcción ha sido históricamente el más grande del mundo. No en vano la actividad combinada de ingeniería y construcción ha supuesto en 2012 más de 1 billón de dólares y da empleo a aproximadamente 5,5 millones de personas. Estas cifras son muy importantes, a pesar de estar lejos de los picos que se alcanzaron en 2006 y 2007, años previos a la crisis financiera internacional.

Actualmente, en Estados Unidos, al igual que la economía en su conjunto, los sectores de la construcción y la ingeniería se están recuperando y la inversión pública, a través de la inyección de los fondos del “Plan de Estímulo”, ha conseguido mantener el gasto a niveles pre-crisis. Por lo tanto, períodos como éste, no están exentos de oportunidades, como demuestra el éxito de las empresas españolas que se están adjudicando proyectos emblemáticos por todo el país y que están participando en destacados proyectos de colaboración público-privada, una figura que cuya utilización está aumentando significativamente.

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