Su vecino es detective privado y usted difícilmente se dará cuenta de ello Es noticia marzo 25, 2017 Profesionales que viven y trabajan entre nosotros sin que sepamos de su existencia ni a qué se dedican Cuando se escucha la palabra “detective privado”, se suele asociar a los manidos estereotipos: Sherlock Holmes, gabardina, pipa, mascota, etc. Algo natural si tenemos en cuenta la notable influencia de la literatura y el cine en el imaginario popular, alimentado con las historias y aconteceres de sus personajes de ficción. La ficción la conocemos bien, pero: ¿Conocemos qué parte de realidad rodea a esta figura? ¿Sabemos a qué se dedican los detectives privados realmente? Los detectives privados, como las meigas: haberlos, ‘haylos’; estando muy presentes en nuestra sociedad. Los encontrará en su empresa, debajo de su casa montados en su coche, o incluso los tendrá de vecinos. Son personas como usted y como yo, con la salvedad de que han estudiado la carrera de investigación privada (antes era una diplomatura; ahora es un grado universitario) y tras obtener su titulación, se han habilitado para poder desarrollar la profesión detective privado solicitando la licencia que expide el Ministerio del Interior, Dirección General de la Policía y la Guardia Civil. En la actualidad, hay unos 2.000 detectives (o licencias) en activo. Su rutina diaria consiste en realizar “plantones”, expresión que emplean para denominar interminables esperas en vehículos camuflados con el objeto de obtener información mediante observación, control y seguimiento; en redactar informes, editar los vídeos de las videograbaciones que realizan (a distancia, o a corta distancia con cámara oculta), y a atender su agencia y clientes. ¿Qué servicios desarrollan los detectives privados? Alguien podrá pensar que los servicios de los detectives se orientan principalmente a descubrir la infidelidad masculina y femenina. Si bien es cierto que la investigación de la infidelidad es uno de los servicios más demandados, el detective privado se dedica a la obtención de pruebas judiciales para destapar todo tipo de fraude: ya sea laboral, empresarial, patrimonial o familiar. El fraude laboral que investigan los detectives privados son los relacionados con las bajas fingidas y el absentismo laboral. Este tipo de fraude hace un daño incalculable tanto a pymes como a grandes empresas, puesto que cuando un trabajador no cumple con sus responsabilidades, no sólo le cuesta a la empresa el salario que le paga al empleado, sino que además está perdiendo productividad y calidad en el servicio, lo que a medio plazo puede costarle muy caro. El fraude empresarial es un interesante campo, con numerosas áreas de investigación. Por mencionar un ejemplo, tenemos el tan de moda campo del compliance, requisito legal que obliga a las empresas a velar por el cumplimiento de la normativa vigente, so pena de convertirse en corresponsable del fraude que pudiera estar cometiéndose en su seno. Dentro del área de fraude familiar, el detective privado ayuda a destapar al ex cónyuge que se declara insolvente para no hacer frente o demorar el pago de la pensión alimenticia y/o compensatoria. Es también habitual que el detective acredite el uso que se hace de la custodia de un menor, para probar si el progenitor se hace cargo del menor o si, por el contrario, delega esta custodia en terceras personas (familiares, amigos, etc…) Los detectives privados también ayudan a particulares y empresas a recuperar el dinero que le deben morosos (ocasionales e incluso profesionales. La labor del detective privado resulta fundamental para la sociedad. Como hemos visto tanto empresas como particulares precisan contratar detectives privados, puesto que sin su ayuda difícilmente podrían probar aquellos hechos o conductas privadas que atentan directamente contra sus legítimos derechos. Antonio es detective privado. Trabaja para la agencia de detectives privados Detectives Sevilla, sita en la capital andaluza. Al preguntarle cuándo empezó en esto, nos dice que lleva en la profesión tanto tiempo como para no recordar la totalidad de los casos en los que ha participado y como para no poder olvidar algunos sucesos ocurridos en el transcurso de algunas de sus investigaciones. Incidimos sobre este detalle: Periodista: ¿Qué te gustaría olvidar? Detective: En ocasiones, nos arriesgamos demasiado y las cosas pueden complicarse en cuestión de segundos – Responde mirando al infinito como si estuviera reviviendo esos precisos instantes. P: ¿Has visto peligrar tu vida en alguna ocasión? D: No creo que la sangre hubiera llegado al río, pero recuerdo situaciones que de haber escalado hubieran terminado mal. Como aquel seguimiento que desembocó en una zona marginal de un municipio cordobés y unos ‘yonkis’ que estaban de “vigías” de quienes movían la droga del lugar rodearon nuestro vehículo. O aquella ocasión en la que trataron de bloquearnos la salida de nuestro vehículo con un tractor para que no tuviéramos más remedio que quedarnos a “charlar”. P: ¿Qué es lo mejor de tu profesión? D: Poder ayudar a mis clientes. Acreditar esos hechos que les perjudican y por los que han perdido mucho dinero o les han ocasionado un gran sufrimiento. Sin nuestro trabajo no podrían solucionar estos problemas. P: ¿Y lo peor? D: El estrés al que estamos sometido cuando estamos en la calle de seguimiento. Son demasiadas horas y no puedes bajar la guardia un solo instante. Si apartas tres segundos tu mirada del portal que estás controlando y por el que debe salir el investigado, seguramente salga, no lo veas y des al traste con un día completo de trabajo, para el que te levantaste a las 4 de la mañana e hiciste 300 kilómetros (contando sólo la ida). P: ¿Qué cambiarías de tu profesión? D: La ley que regula nuestra profesión: la ley 5/2014, de 4 de abril (Ley de Seguridad Privada), ley en la que se introduce “con calzador” al detective privado, quien poco o nada tiene que ver con la seguridad. Nuestro gremio pertenece más a “Justicia” que a “Interior”. Los detectives no cumplimos funciones de seguridad ni protección. Los detectives investigamos y acreditamos hechos o conductas privadas, principalmente para ser aportados como pruebas y ratificados en sede judicial. P: Por último, ¿se sorprende la gente cuando conoce a qué te dedicas? D: No, no se sorprende, porque no suelo revelar que soy detective privado. Si me preguntan, suelo decir que soy programador. Ahí se terminan las preguntas. La informática generalmente aburre muchísimo, así que es la cobertura perfecta. Más información: Detectives Sevilla Contacto: Fuente Noticia TusMedios.es Compartir en Facebook Compartir Compartir en TwitterTweet Compartir en Pinterest Compartir Compartir en Linkedin Compartir Compartir en Digg Compartir