El patinete eléctrico se ha convertido en una de las formas más eficientes y sostenibles de moverse por la ciudad, además de proporcionar una experiencia de conducción excepcional. Pero en los últimos tiempos, se han situado en el punto de mira de las administraciones locales, por la complejidad de regular la convivencia con los diferentes tipos de transporte público y privado, además de los peatones. A esto hay que sumar la polémica surgida sobre la seguridad de las baterías y elementos de carga de los patinetes, que llevó a la Generalitat de Cataluña a prohibir temporalmente su acceso al transporte público. En contra de la prohibición Desde swiss+go, ecommerce especializado en fotografía, vídeo, audio, electrónica y movilidad, señalan que esta prohibición es una absoluta contradicción, ya que por un lado quieren impulsar el transporte sostenible, pero por otro ponen trabas que desincentivan su uso. “En el caso de los incidentes con patinetes en trenes y autobuses, se han producido por cargar los dispositivos, no por el hecho de transportarlos. La prohibición es desproporcionada y habría bastado con prohibir temporalmente la recargar las baterías en el transporte público”. Marc Peñarroya, CEO de swiss+go, señala también que han sido muchas las personas afectadas por