La formación para las empresas siempre ha sido un bien de primera necesidad para aquellas que quieren ofrecer a sus trabajadores un valor añadido en el desempeño de sus funciones. Y es que, un trabajador motivado y comprometido con la organización es mucho más productivo.   Sin embargo, la situación actual de crisis que azota al país por la llegada de la COVID ha hecho que exista un antes y un después en cómo las empresas han de afrontar su día a día trabajando en remoto y reorientando su plan formativo para ver cómo impartirlo para poder adaptarse a esta nueva realidad.   El cambio del modelo formativo. El reto también para los formadores Para el conjunto de las organizaciones el hecho de tener que cambiar y facilitar formación virtual a todos los empleados que trabajan desde sus hogares se ha convertido en todo un reto. Y es que, aunque la tecnología está muy presente en nuestras vidas y la COVID19 ha acelerado la digitalización, todavía hay un gran número de empresas a las que les cuesta aceptar la calidad de la formación digital.   Además, este nuevo escenario también ha supuesto un reto para los formadores. En Incrementis, con 11 años de experiencia en el mercado