La escasez de lluvias y el riesgo de desertificación, el verdadero desafío para España Es noticia marzo 22, 2024abril 4, 2024 La escasez de agua, un desafío persistente, se encuentra en una encrucijada crítica en la actualidad. El cambio climático y el aumento en la demanda y consumo de agua están intensificando este problema, afectando a todas las regiones del mundo de manera diversa y significativa. En este escenario, la crisis del agua, en términos de un potencial aumento del estrés hídrico de muchas regiones del planeta, debe ser considerado un riesgo prioritario. “La escasez de agua ha sido históricamente un desafío, pero la combinación de factores como el cambio climático y el creciente consumo de agua está intensificando la gravedad de esta problemática. Las fuentes de agua dulce, esenciales para la vida humana y la salud de los ecosistemas, se encuentran bajo una presión sin precedentes”, explica Sergi Simón, coordinador del Área de Riesgos de EALDE Business School. Al respecto, Inés García-Pintos, profesora del Máster en Sostenibilidad de la escuela de negocios, añade que “la pluviosidad es cada vez, no solo más escasa, sino más impredecible. Por ello, en mi opinión, el riesgo más apremiante se deriva de la vulnerabilidad que se genera el depender de un recurso que, no solo es escaso, sino poco estable en cuanto a su oferta”. El objetivo 6 de la Agenda 2030,
La innovación tecnológica contra la sequía Agricultura y Ganadería septiembre 21, 2017septiembre 13, 2017 España es tradicionalmente un país de sol y playa, pero también es un país sin agua. Las olas de calor rompen récords y nuestro país se reseca. Según un estudio de la revista 'Science', en 2090 el desierto habrá engullido la mitad de la Península, de Lisboa a Alicante. El calentamiento global está produciendo una situación de sequía endémica y cada pocos años se repiten situaciones donde se baten los récords de calor y de escasez de agua. Este año hemos sufrido una primavera seca con el mes de abril más seco del siglo con temperaturas más propias de verano registrando más de 40 grados en muchas capitales de provincias, al que ha seguido una época estival con temperaturas muy altas en la gran parte de España. Los expertos aseguran que esta situación parece que no va a mejorar. Asegura ‘Science’ que la confluencia de factores climatológicos y humanos está deteriorando a gran velocidad un sistema natural ya de por sí semiárido o árido (70% del territorio español) y con un riesgo de desertificación (35%) que va a ir a más. España debe prepararse para una situación de sequía permanente, donde el agua sea un bien cada vez más escaso. Aunque se