Los sensores hacen que la luz se encienda únicamente cuando hay movimiento   La iluminación del hogar tiene efectos directos sobre la salud y el organismo. Aunque el cuerpo humano se adapta al ambiente exterior, hay procesos metabólicos y hormonales que se rigen por las condiciones horarias y lumínicas. De ahí que cuando hay demasiada luz artificial por la noche, se producen desajustes biológicos que pueden provocar un descenso en la producción de melatonina, es decir, la hormona que regula el ciclo del sueño. Elegir la luz adecuada para la casa tanto en el interior como en el exterior es clave para el descanso y la salud familiar. Durante el verano pasamos más tiempo en jardines, patios y terrazas, contar con la iluminación adecuada en estas áreas es clave para estar cómodos al aire libre, disfrutar de la astronomía y favorecer el sueño. Una forma de evitar la contaminación lumínica en el exterior del hogar es optar por luminarias con sensor que únicamente se encienden cuando hay movimiento. Lo aconsejable es que emitan una luz neutra o fría que permita ver bien y desplazamientos seguros pero cuando no hay nadie presente se apague. En el mercado podemos encontrar productos como el aplique de exterior