Hablar de la pandemia de SARS-CoV-2 es hablar de crisis sanitaria y económica. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre la Encuesta de Población Activa (EPA), durante el pasado 2020 se destruyeron en España un total de 622.600 empleos, haciendo que el número de parados ascendiera hasta los 3,71 millones y situando la tasa de desempleo en 16,13%. Según datos del INE, durante el pasado año la economía experimentó una caída del 11%, algo que no sucedía desde los inicios de la Guerra Civil. Inmersos ya en una tercera ola, el gobierno se resiste a imponer más medidas y proporcionar más herramientas a las comunidades, su fin, intentar paliar, en la medida de lo posible, el batacazo económico. Tras casi un año de restricciones y medidas que han cambiado la vida de todas las personas, la sociedad comienza a mostrar agotamiento psicológico. Y es que, muchos han tenido que renunciar a casi todo. En cualquier caso, y pese a que la situación no es la deseada para la mayoría, hoy más que nunca toca hacer de tripas corazón, aprender a sonreír con la mirada y a disfrutar de esos pequeños placeres que siguen estando al alcance de la mano. Hay