AleaSoft: PPA, una oportunidad para los agentes en la gestión de riesgos en el mercado eléctrico europeo Industria marzo 27, 2019 Se ha escrito mucho sobre PPAs en los últimos meses. Y no es de extrañar, hace un par de años, prácticamente nadie en Europa había oído hablar de ellos. Si bien los PPA han existido desde siempre, pues en realidad son un contrato bilateral de compraventa de energía usado para disminuir el riesgo frente a las variaciones del precio del mercado, su utilización como instrumento, por un lado, para hacer posible la financiación bancaria de un nuevo proyecto de energía renovable y, por otro, para que un comprador obtenga una certificación verde de su suministro eléctrico, es muy reciente. Muestra de este creciente interés en los PPA son las previsiones de precio a largo plazo que genera AleaSoft, unas previsiones que necesitan tanto la parte compradora como la parte vendedora en un PPA. En los últimos meses la consultora ha registrado un claro aumento en el número de peticiones de estas previsiones. Antes de 2018, los interesados en este tipo de previsiones solían ser grandes consumidores que necesitaban realizar una planificación estratégica de su consumo de energía a largo plazo. A partir de 2018, la demanda de estas previsiones se incrementó para todos los mercados europeos, y se incorporaron nuevos agentes. Actualmente, entre los demandantes de previsiones de precio a largo plazo se encuentran desarrolladores de parques eólicos y fotovoltaicos, bancos y fondos de inversión que requieren previsiones para tener un precio de referencia que les posibilite determinar la viabilidad de la financiación de un nuevo proyecto renovable, ya sea operando directamente al mercado o a través de la firma de un PPA. Y también consumidores, cada vez más pequeños, que buscan un precio atractivo y estable para sus costes de electricidad y una certificación verde de su producción que les facilite una ventaja competitiva. El incremento de los contratos PPA con parques de energía renovable está directamente relacionado con la caída del coste de producción de la tecnología fotovoltaica. Ahora mismo ya es rentable operar una planta fotovoltaica yendo directamente al mercado, sin ayudas ni primas. Pero para construir un parque se continúa requiriendo una inversión inicial, y para ello normalmente es necesaria la financiación. Para obtener financiación se necesita demostrar un ritmo de ingresos a medio y largo plazo parar poder amortizar la instalación. La volatilidad de precios en los mercados eléctricos hace que la previsión de ingresos para una instalación fotovoltaica conlleve un riesgo alto que bancos y fondos de inversión necesitan cubrir, y un PPA es una posibilidad para disminuir el riesgo. Las subastas de potencia renovable tan solo aseguran un suelo en el precio de retribución de los parques, pero no aseguran unos ingresos fijos. Así que un PPA es una solución adicional para los desarrolladores de los parques renovables, ya que les asegura la venta de una parte o de la totalidad de toda su producción a un precio preestablecido durante los siguientes diez o veinte años, y, por lo tanto, unos ingresos seguros, previsibles y con un riesgo mucho menor que la retribución del mercado. ¿Y qué beneficio obtiene el comprador de la electricidad con un contrato tan a largo plazo? El comprador de la energía, conocido como offtaker, como contraparte del contrato obtiene una parte de sus costes de energía preestablecidos y garantizados durante la duración del contrato. Esto le permite una planificación de costes más eficiente a largo plazo. El otro beneficio muy interesante, si el PPA es físico o incluye los certificados de garantía de origen, es la certificación de energía verde, limpia y renovable que recibe el suministro energético del offtaker, que le posibilita llevar a cabo unos objetivos de responsabilidad social corporativa, y etiquetar sus productos como “verdes”. Una muestra de las ventajas de los PPA para los compradores es la clara apuesta que han hecho grandes empresas como Google, Apple, Facebook y Amazon, las conocidas GAFA, para firmar PPAs con grandes parques eólicos y fotovoltaicos. Cada vez más los consumidores finales aprecian y reclaman el origen “limpio” de los productos que consumen, y llegará un momento en que este etiquetado sea imprescindible para poder ofrecer un producto competitivo. En un mercado eléctrico como es el mercado ibérico MIBEL, que dispone con un sistema eléctrico extenso, maduro y robusto, una modalidad seductora de PPA es un PPA financiero, es decir, un contrato en el que no se fija cómo se llevará a cabo la entrega de la energía, si no en el que solamente se pacta una compensación económica con un contrato por diferencia entre el precio mayorista del pool y el precio de compraventa convenido. Con este tipo de contrato, tanto comprador como vendedor deben gestionar la venta y compra de energía en el mercado spot, ya sea directamente, a través de un representante o a través de una comercializadora, y posteriormente se efectúa la compensación económica entre las partes. Si el precio de mercado supera el precio pactado, el generador compensa al consumidor con la diferencia. Por otro lado, si el precio de la electricidad se sitúa por debajo del límite contractual, el consumidor es responsable de compensar el saldo. El precio en un PPA tampoco tiene por qué ser un precio fijo. El precio del contrato puede estar indexado al precio del pool con un offset, un cap y/o un floor. De esta manera, el precio de la compraventa puede oscilar con un mínimo y/o un máximo. Actualmente, los precios que se están firmando en los PPA y que han trascendido se encuentran claramente por debajo de los precios en los mercados de futuros y de las previsiones de precio del mercado mayorista para los siguientes años. Y este es otro claro aliciente para los grandes consumidores de energía ahora mismo para firmar un PPA: conseguir precios muy ventajosos frente a las previsiones de precio. Esto les otorga de entrada una ventaja competitiva frente a los consumidores directos del mercado. Últimamente, en algunos de los foros y encuentros en los que AleaSoft ha participado, se ha percibido cierta inquietud sobre si un PPA es la mejor forma para conseguir financiación para un nuevo parque renovable. La preocupación parece venir por la aparente dificultad de casar la curva de producción de, por ejemplo, un parque fotovoltaico con la curva de demanda del consumidor. Respecto a esta disparidad entre las curvas de producción y de consumo, hay que recordar que un PPA financiero es tan solo un contrato financiero y que puede ser en carga base sin un perfil horario. La venta y la adquisición de la energía se realizará directamente en el mercado de la misma forma que si no existiera el PPA. Los detalles a tener en cuenta en la firma del contrato son semejantes a cualquier contrato de compraventa de electricidad, siendo importante definir la fecha de inicio y la duración, el volumen y el perfil de carga, las garantías y, evidentemente, el precio. La negociación del precio es un elemento clave en la negociación de un PPA, aunque normalmente no es el elemento más discutido ni el más difícil de acordar. Para establecer un precio adecuado tanto para el comprador como para el vendedor, ambos tienen que tener una visión clara del mercado eléctrico a largo plazo y el riesgo que están dispuestos a aceptar. En AleaSoft se está creando un grupo estratégico para asesorar a los clientes en las posibles alternativas en la compra y venta de electricidad a medio y largo plazo. Con los PPA se favorecer que los desarrolladores e inversores de un parque renovable se aseguren una parte de las ventas futuras con un consumidor que, a su vez, garantiza un precio estable frente la volatilidad del mercado a largo plazo y un suministro de energía limpia. Para más información, se puede consultar el siguiente enlace: https://aleasoft.com/es/ppa-oportunidad-agentes-gestion-riesgos-mercado-electrico-europeo/ Compartir en Facebook Compartir Compartir en TwitterTweet Compartir en Pinterest Compartir Compartir en Linkedin Compartir Compartir en Digg Compartir