Ballesteros y Moral, el caso de una empresa al borde de la quiebra Empresas junio 3, 2016 La empresa Ballesteros y Moral S.L. fue creada en 1988 a manos de los hermanos Ballesteros y llevó durante todo su recorrido el nombre de Andújar a toda España y el mundo. La profesionalidad de los artículos y la calidad de los acabados hacían a esta empresa un referente con sobrada solvencia y beneficios debido a la gran cantidad de pedidos y el volumen de fabricación. Entre el 2011 y el 2012 Ballesteros y Moral SL comenzó a experimentar una serie de déficits financieros y anomalías que fueron puestas rápidamente en evidencia. El bloqueo administrativo y de producción de la empresa llegó a su máxima expresión cuando uno de los socios deja su puesto como administrador y se dedica de lleno a su nueva empresa, que coincide en rubro y clientes con la ya mencionada. Para junio de 2015, el conflicto en Ballesteros y Moral estaba ya en los medios; desde este momento se desató una larga batalla entre los hermanos Ballesteros. Al dimitir José Luis Ballesteros de administrador con Firma mancomunada y propietario al 50% de la empresa, la administración de Ballesteros y Moral S.L. quedaba bloqueada. Esta situación incitó también a que no se pudiera pagar las nóminas de los empleados. Por lo que Manuel Ballesteros asistió a las conciliaciones de las denuncias puestas en el CMAC, ”para poder pagar las nóminas a los trabajadores, cosa que no pude hacer en ese momento, ya que los trabajadores se negaron a reconocerme como administrador ante el letrado conciliador del centro de mediación, arbitraje y conciliación (CMAC), por lo que ellos mismos bloquearon el pago de las nóminas”, según el mismo Manuel Ballesteros. La anulación de Manuel Ballesteros como administrador y la falta de trabajadores llevan a la empresa al borde de la quiebra. El juicio dio como veredicto que, mediante acciones legales, las nóminas habían sido abonadas y que Manuel Ballesteros era el administrador de la empresa. “Después de todo esto, se nombra un administrador Judicial, quien me desplaza totalmente de mi función al igual que la mayoría de los trabajadores con los que hasta el momento contaba la empresa. Hasta la actualidad ese administrador no ha sido legitimado pero exige el cobro de sus honorarios por 800.000 euros”, declara Ballesteros. Detrás de esta historia se encuentra Manuel Ballesteros, luchando por su sustento y el de su familia, al igual que el de los trabajadores que formaban parte de una de las empresas más prósperas en el rubro. La empresa tiene mucho por ofrecer aún el patrimonio y los activos son mayores a la deuda. Para más noticias, entrar en este enlace (www.unagranestafa.com incrustado) Compartir en Facebook Compartir Compartir en TwitterTweet Compartir en Pinterest Compartir Compartir en Linkedin Compartir Compartir en Digg Compartir