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Cómo ahorrar en la factura de luz: ¿Es posible?

El precio de la luz en España se trata de uno de los más caros de Europa. Por esa razón, desde la web casayclima remarcan la necesidad de ahorrar en la factura de la electricidad, recomendando diversos consejos de consumo para aquellos cada vez más preocupados por los continuos récords del coste del megavatio.

Cambiar la potencia contratada
La potencia contratada es un aspecto fundamental de la parte fija de estos recibos. Este gasto se abona siempre, sin importar cuánto se consuma, y puede representar incluso del 20% de la factura. Por ello, tener una potencia eléctrica adecuada supone una solución para ahorrar.

Desde el 1 de junio de 2021 hasta el 31 de mayo de 2022, los usuarios pueden cambiar las potencias contratadas hasta dos ocasiones durante el periodo comprendido. Si se baja lo contratado, el término fijo de la factura también lo hará.

Se trata de una alternativa que vale la pena tener en cuenta, ya que los consumidores únicamente pueden disminuir la potencia una vez por año, con un coste de aproximadamente 10 euros. Y, en caso de querer subirla, éstos deberán pagar alrededor de 60 euros por cada kWh que se aumente.

Comprar electrodomésticos eficientes
Los expertos aconsejan contar con electrodomésticos eficientes, es decir, con aparatos que posean la etiqueta energética. La razón es que éstos no consumen tanta energía como aquellos sin este marcaje, lo que significa un ahorro económico en el recibo eléctrico.

Bajar la temperatura de lavado
Hacer la colada a una temperatura baja disminuirá notablemente la energía empleada por las lavadoras. De acuerdo con el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), poner los lavados a 40°C en lugar de 60°C supone un ahorro de hasta el 55% de la energía.

Asimismo, emplear los programas Eco del lavavajillas (que trabajan a 50°C) es una buena forma de reducir las facturas de la luz. También es recomendable que estos electrodomésticos se usen cuando estén llenos de ropa para optimizar su utilización.

Utilizar bombillas LED
Invertir en luces LED se trata de un truco sencillo para influir de forma directa en el recibo eléctrico. Frente a las bombillas tradicionales, éstas tienen una vida útil más larga (entre 8 y 10 veces más prolongada) y resultan más eficientes. Y es que, a pesar de ser más caras que las halógenas, las luces LED consumen un 80 % menos de energía.

Usar el frigorífico de forma eficiente
Disminuir el consumo eléctrico mediante el uso de la nevera es posible. Para ello, hay que programar la temperatura del frigorífico a 5°C y la del congelador a -18°C.

Es importante tener en cuenta que, cuanto más vacía está la nevera, más energía necesitará para preservar los grados establecidos, ya que los alimentos fríos ayudan a mantener la baja temperatura.

Con respecto al congelador, hay que prevenir la acumulación de hielo, puesto que ésta puede incrementar el consumo hasta en un 30%.

No desconectar el termo eléctrico
El termo eléctrico normalmente se encuentra activo durante toda la jornada. Muchos, con la intención de ahorrar, lo desconectan cuando no lo utilizan. Sin embargo, esta práctica es desaconsejable, puesto que, cuando está encendido, el agua se halla a una temperatura estable. Mientras que, si se apaga, su esfuerzo para calentarla será mayor y, por ende, su consumo.

Usar adecuadamente el aire acondicionado
El aire acondicionado suele ser unos de los principales causantes del precio en recibos de luz, especialmente durante verano.

Para evitar subidas repentinas en las facturas, se recomienda fijar la temperatura entre 20 y 25 grados durante los meses más calurosos del año. Poner menos grados no enfriará las habitaciones más rápidamente, suponiendo un consumo innecesario.

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