Flexible, trabajador, atrevido y con muy buena formación; así es el directivo español Empresas Escuelas de Negocios julio 23, 2015 En España hay una cultura directiva realmente buena. Hablando en términos de tendencia, independientemente de sexo y edad, se puede asegurar que los directivos españoles compiten en calidad con los mejores del mundo. Así lo afirma el Director General de INFOVA, y autor de varios libros sobre liderazgo y dirección, Gonzalo Martínez de Miguel, y prueba de ello son las oficinas centrales de muchas multinacionales en Europa, donde españoles ocupan puestos de gran responsabilidad. Según su experiencia y los estudios que realizan en el Observatorio de Comportamiento Humano en la Empresa, Gonzalo Martínez de Miguel asegura que “hace unos años, el español era un directivo más acomplejado con respecto a sus colegas europeos o norteamericanos, pero ahora sabe, en mayor medida, que puede competir con ellos sin ningún problema”. Una de las razones para este cambio ha sido la preocupación de las nuevas generaciones por el aprendizaje de idiomas. “Tradicionalmente hemos echado de menos un mejor nivel de inglés, que les ha supuesto ser reticentes a salir al exterior, pero los jóvenes directivos ya hablan idiomas con más facilidad, e incluso muchos han estudiado parte de su carrera en el extranjero” afirma. El director de INFOVA, señala que, además de estar muy preparados y ser técnicamente buenos, “los españoles, son profesionales que se mueven bien en la incertidumbre y en entornos poco configurados. Son más flexibles a la hora de cambiar de planes y se adaptan mejor a las nuevas estrategias a seguir cuando los resultados no son los esperados. Son más atrevidos, incluso osados, en sus planteamientos, en situaciones en las que otros adoptan posturas más tradicionales”. También les define, como trabajadores incansables, hasta el punto de advertir que “en muchas ocasiones, esta cualidad no llega a ser necesariamente una virtud”. Su formación: La clave de su éxito Otra de las razones de la actual calidad directiva española, la tienen las escuelas de negocio. A su juicio, algunas de las mejores escuelas de negocio del mundo están en España, y la formación que realizan las empresas del sector y las escuelas de coaching también gozan de un gran nivel. A esto se le une que la empresa española es muy exigente con la formación que reciben sus empleados. Por otro lado, los responsables de desarrollo del talento, de formación y de Recursos Humanos, llegan más preparados, más conscientes de la importancia del aprendizaje continuo de los empleados y con más criterio para apoyarles en su crecimiento. Más calidad en la gran empresa, más hábitos sostenibles en las PYMES Respecto a dónde se encuentran los mejores directivos españoles, Gonzalo Martínez de Miguel afirma que “las encuestas nos dicen que la calidad directiva de las grandes empresas tiende a ser mejor que la de las empresas pequeñas, entre otras razones porque es un entorno de más aprendizaje y porque las grandes empresa emplean más dinero en desarrollar a sus directivos”. A cambio, “en las pequeñas y medianas empresas se ven algunos hábitos directivos más sostenibles que en las grandes, son menos insaciables y defienden comportamientos éticamente admirables con más facilidad.” Tareas pendientes: En contraposición a estas afirmaciones, el director de INFOVA, explica que hay puntos en los que se debe mejorar, por ejemplo apunta “donde hay que trabajar más, es en los procesos de madurez personal de los directivos, en su autoestima, en el desarrollo de su carácter y en apoyarles a que se anclen sin miedo en los valores que quieren defender personalmente. Hay que defender una visión ética del trabajo directivo y apoyarles a asumir la responsabilidad que implica dirigir personas”. También como parte de este proceso de madurez personal, explica que “el directivo español tiene que aprender a equilibrar su vida, normalmente muy perjudicada en el plano personal y familiar, y debe aprender a cuidarse mejor”. Por último, el director de INFOVA explica que los últimos años han sido años muy exigentes para los directivos, pero se han vivido como tal, como momentos donde ha habido que dar lo mejor de las capacidades de cada uno. Obviamente con grandes dosis de estrés, la gestión de la incertidumbre y la dificultad de tomar decisiones duras o de asumir las consecuencias de esas decisiones. Compartir en Facebook Compartir Compartir en TwitterTweet Compartir en Pinterest Compartir Compartir en Linkedin Compartir Compartir en Digg Compartir