Actualmente, muchos economistas se realizan las siguientes preguntas: ¿Puede desaparecer el dinero físico como lo conocemos hoy? ¿Tienen las monedas y billetes los días contados o es imposible que dejen de estar en circulación? Los nuevos medios de pago y el uso cada vez más habitual de las tarjetas bancarias (influido por los cambios en las formas de comprar, como a través de Internet) hacen pensar que, quizá, el dinero físico tiene fecha de caducidad.

Algunos países ya están realizando ciertas iniciativas al respecto. Uno de esos países es Suecia, que  ha dejado de aceptar el dinero físico, donde monedas y billetes representan solo el 3% del circulante.

En Suecia, país europeo pionero en introducir billetes en 1661, los primeros billetes se entregaban como recibo de depósitos en oro en el Banco de Estocolmo. Esta práctica despertó la confianza suficiente para que todos pudieran creer algo que hoy resulta elemental: que con un billete de determinado valor en oro, se podría adquirir cualquier otro bien que se deseara y que estuviera a la venta en Suecia, aunque el oro no estuviera allí.

Este tipo de cambio comercial  tuvo sus inicios en la antigua Babilonia, donde los depósitos de oro dieron el inicio a los primeros cheques bancarios.

Hoy en día en pleno siglo XXI  nuestros hábitos de consumo han cambiado debido en gran parte a las  nuevas tecnologías y ámbitos de consumo mediante la utilización de Internet, utilizando el dinero virtual, dinero electrónico, e-money, pagos sin contacto… como algo cotidiano y habitual.

Pero cabe preguntarnos quien respalda a ese dinero electrónico y que garantía tenemos que detrás de ese dinero virtual existe el dinero físico como tal. No olvidemos que las entidades financieras pueden prestar hasta doce veces el dinero que depositan sus clientes en sus cuentas.

¿Que seguridad podemos tener en un sistema que pone en circulación un dinero inexistente?.

¿Estaremos llegando al final del oscuro túnel de la burbuja financiera?.

Gobiernos, entidades financieras y las grandes fortunas están abasteciéndose en los últimos tiempos de grandes cantidades de oro físico. ¿Significa eso que se estarán preparando para el fin del sistema financiero actual buscando un valor refugio como es el oro de inversión?.

Por todo ello debemos ser previsores y tener parte de nuestros ahorros en oro. Ser previsor es vital en momentos de recesión y crisis financiera. El oro es un valor tangible que además se ha revalorizado en más de un 500% en los últimos diez años.

El oro es convertible en dinero en cualquier parte del mundo y en cualquier momento.

No obstante mucha gente piensa que el acceso al oro es exclusivo de personas con un alto poder adquisitivo, algo erróneo en los tiempos en que nos encontramos.

La empresa Goldbex ofrece la posibilidad de acumular lingotes de oro puro desde tan solo 100 €, dando la posibilidad al pequeño ahorrador de convertir poco a poco su “papel moneda” en oro.

Esta multinacional presente en más de 60 países y que cuenta con miles de clientes en todo el mundo utiliza estrategias de apalancamiento que nos ayudan a reconvertir en oro nuestros ahorros.

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