Los vehículos eléctricos se han popularizado durante los últimos años en todo el mundo a medida que la gente opta por opciones de transporte más sostenibles. Sin embargo, en algunos casos la limitada autonomía de los vehículos eléctricos requiere una carga frecuente y la falta de una infraestructura de carga accesible en algunas zonas está obstaculizando su desarrollo. Esto no ocurre en las zonas más urbanas, donde los puntos de carga para coches eléctricos en Madrid, por ejemplo, son cada vez más comunes y su implantación se desarrolla a la par que la demanda. 

Se esperan 125 millones de vehículos eléctricos circulando en 2023

La necesidad de puntos de carga accesibles para vehículos eléctricos es cada vez más apremiante a medida que la demanda sigue creciendo. Según la Agencia Internacional de Energía, el número de coches eléctricos en circulación alcanzó los 7,2 millones en 2019, y se espera que este número aumente a 125 millones en 2030. Sin embargo, sin suficientes puntos de carga, “los propietarios pueden experimentar ansiedad por la autonomía, que es el miedo a quedarse sin batería antes de llegar a su destino” comentan desde ElectroNieto, especialistas en la instalación de cargadores para vehículos eléctricos.

Los puntos de carga accesibles ofrecen numerosos beneficios, tanto para los propietarios de vehículos eléctricos como para el medio ambiente. En primer lugar, proporciona comodidad y accesibilidad a los propietarios de vehículos eléctricos, permitiéndoles cargar sus vehículos de forma fácil y rápida. En segundo lugar, reduce la ansiedad por la autonomía. 

Con puntos de carga accesibles, pueden viajar largas distancias sin preocuparse por quedarse sin batería. Finalmente, alentar a más personas a cambiar a vehículos eléctricos puede reducir las emisiones de carbono, lo cual es crucial para mitigar el cambio climático que está en el foco de los grandes gobiernos en la agenda 2030.

Desafíos en la implementación de la infraestructura necesaria

A pesar de los beneficios de los puntos de carga accesibles, existen varios desafíos en la implementación de dicha infraestructura. En primer lugar, el elevado coste de instalación y mantenimiento de la infraestructura de carga es un obstáculo importante. En segundo lugar, existe una falta de estandarización en la tecnología e infraestructura de carga, lo que puede dificultar que los propietarios de vehículos eléctricos encuentren puntos de carga adecuados. Por último, existe una disponibilidad limitada de ubicaciones adecuadas para estaciones de carga, especialmente en zonas urbanas donde el espacio es escaso.