Las condiciones climatológicas desfavorables y, sobre todo, la llegada de la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus), un insecto himenóptero de la familia de los cinípidos originario de China, han perjudicado la producción nacional y el patrimonio de castañares de Italia, un sector tradicional para el país transalpino -el tercer productor mundial-, señala la Confederazione Nazionale Coltivatori Diretti (Coldiretti).

La producción local ha caído por debajo de los 18 millones de kilos, lo que supone un descenso del 70% respecto a ejercicios anteriores a esta plaga, informaba recientemente ‘Il Corriere Ortofrutticolo’.

Por todo ello, en el transcurso de los siete primeros meses de 2013, apunta la Confederación Nacional de Agricultores, Italia registró un aumento de las importaciones de castañas del 20%, una tendencia que se mantiene desde el período comprendido entre 2010-2012, intervalo en el que se triplicaron las compras al exterior, procedentes –principalmente- de España, Portugal y Albania. Un duro golpe para una industria que, hace un siglo, alcanzó una producción récord de 829 millones de kilos.

Por esta razón, el mercado italiano constituye una oportunidad cada vez mayor para las ventas españolas al exterior del sector. Según los datos disponibles hasta octubre de 2013 del Instituto Nacional de Estadística (Istat), en la actualidad, España es el primer exportador de castañas al mercado transalpino, con un cuota del 33,4% del valor total importado. Además, durante el pasado curso, las empresas españolas facturaron más de 7,5 millones de euros en Italia, con un incremento del 80% respecto al mismo período del ejercicio precedente.

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