El Gobierno tiene decidido, según publican medios valencianos, liquidar el Banco de Valencia. La ilusión colectiva de tantas generaciones de empresarios y de la burguesía de aquella ciudad la va a clausurar el director general Juan Antonio Iturriaga, alias el enterrador. Aterrizó hace cuatro meses por Valencia tras una larga trayectoria de consultores en Madrid. Parecía ser un probo funcionario del Estado y que iba a enderezar la situación, pero todo lo contrario. Hombre próximo a la cúpula del Frob de aquel entonces se ha dedicado a vegetar, a no tomar decisiones. Después de que los ciudadanos hayamos metido en aquel banco más de 3.000 millones de euros, el Banco vale menos aún menos de lo que valía cuando Iturriaga llegó. Quizás sea que este hombre tenga que atender en exceso a la decena de empresas extras de las que es propietario o accionista o agente…  (Iturriaga consultores, Blue Peninsular, Area Manger Madrid, Localización GPS, Proyectos de Inversión Beta, Revevol…)

La negligencia en la gestión, cuando no otra cosa,  hace que no haya conseguido que los competidores se interesen en la entidad valenciana. Los que lo estuvieron atentos e interesados –publica Levante EMV- como BMN o el Popular  se encuentran ahora inmersos en su particular carrera por recuperar la solvencia. Y el  reducido tamaño y deterioro progresivo de la entidad —los 3.500 millones que necesita Banco de Valencia para su saneamiento equivalen al 16% del banco- impide que haya ahora pretendientes. Iturriaga no es capaz de evitar la a liquidación.

Y es que a esto se añade que el Banco de Valencia va a ser uno de los más perjudicados con el Banco Malo, ya que como publicaba recientemente otro diario valenciano, Las Provincias, sus activos van a ser de los peor parados en valoración por encontrarse en zonas costeras hoy menos cotizadas con la crisis, y si bien los inmuebles en general pueden sufrir rebajas de hasta el 50%, los del Banco de Valencia van a llegar incluso hasta el 85% de pérdidas. No han hecho los deberes antes y ahora lo que les den… En fin, inactividad total.

La gestión de Iturriaga al frente del Banco de Valencia lleva semanas levantando dudas entre el empresariado valenciano, que no acaba de ver cómo este consultor recién aterrizado de Madrid no sintonice ya con las necesidades valencianas y con la aspiración social, política y económica de mantener la entidad aunque fuera mediante acuerdos con terceros.

Así que vamos a la venta del Banco de Valencia según los expertos. Y se podría hacer de modo fraccionado e incluso a dedo la adjudicación, claro. Y, según Levante- EMV “la venta a trozos implicaria colocar los diferentes activos a otros bancos —oficinas, creditos a pymes,creditos hipotecarios sanos—, aunque en este ultimo tipo de préstamos, con unos intereses tan bajos, la rentabilidad solo se lograría con elevadas quitas que darian lugar a pérdidas. Con lo que se obtuviera de la venta de activos se pagaria el pasivo. Los primeros en cobrar serian los depositantes y los ultimos los accionistas y bonistas”.