En todos los sentidos y no únicamente a nivel profesional, el papel de la mujer es imprescindible en el sector de la reproducción asistida.

Y no solo nos estamos centrando en la actualidad, pues existen grandes iconos como Anne McLaren, la primera mujer en investigar el trasplante de embrión y la fecundación en animales, que han marcado un antes y un después en la historia del sector. Tanto es así que podemos afirmar que, gracias a su labor, hoy en día, se puede aplicar esta técnica en humanos. Si bien, lamentablemente hemos visto como la visibilidad que estas merecían se veía opacada a menudo por ciertas costumbres conservadoras hacia la figura de la mujer en esa época.

McLaren fue una defensora de las mujeres en la ciencia y siempre trabajó para poner en valor el papel fundamental de la mujer en el desarrollo de la reproducción asistida. Gracias a sus investigaciones fue posible que dos décadas después, los doctores Patrick Steptoe y Robert Edwards consiguieran de forma exitosa que naciese la primera persona a través de la fecundación in vitro. Lo que no se cuenta habitualmente es que una pieza imprescindible de este proceso fue la reputada Jean Purdy, pionera en embriología y compañera de los doctores, a quien nunca se le otorgaron agradecimientos. Tanto es así que ni tan siquiera se reconoció su labor cuando Edwards ganó el premio Nobel por el desarrollo de la técnica de fecundación in vitro; sino que fue el propio galardonado quien declaraba años más tarde en su biografía que nada de lo que hicieron habría sido posible sin Purdy. No fue hasta finales del siglo XIX, principios del XX, cuando se comenzó a tener en cuenta su labor y se otorgaron los primeros reconocimientos.

Pero, dejando a un lado la parte más profesional, no podemos olvidarnos de la parte más humana. La mujer es la protagonista indiscutible en cualquier tratamiento de fertilidad. Es capaz de todo y puede elegir cómo y cuándo vivir su maternidad; si quiere afrontarla en solitario, o con una pareja femenina o masculina.

Según la Sociedad Médica de Fertilidad Europea (ESHRE), una de cada seis parejas experimenta problemas de fertilidad a la hora de intentar formar una familia, por lo menos una vez en sus vidas. Aunque somos conscientes de que los problemas de fertilidad también afectan a los hombres, son principalmente las mujeres las que rompen con los tabúes y asisten de manera más habitual a las clínicas de reproducción asistida para buscar solución al problema.

Por este motivo, no es raro ver cómo en la actualidad la mujer tiene el poder de decidir directamente sobre su maternidad. Tanto es así que muchas mujeres deciden sobre su futuro más inmediato y atrasan, si así lo ven conveniente, el momento de ser madres por motivos personales o profesionales.

En definitiva, no hay ninguna duda del papel fundamental de la mujer en este sector y en la vida en general. McLaren, Purdy o Joyce Harper, son algunas de las mujeres responsables de que la medicina reproductiva sea tal y como la conocemos en la actualidad y que, en consecuencia, otras se empoderen para llevar a cabo su deseo de ser madres. “Sabemos que, en parte, hoy en día somos doctoras porque muchas mujeres a lo largo de los años nos han abierto el camino del desarrollo personal y profesional, y no podemos estar más agradecidas,” explica la Dra. Laura García de Miguel, Directora Médica de Clínica Tambre. Una mujer es capaz de todo, e independientemente del sector o el ámbito, lo realmente importante es que esta afirmación no se nos olvide nunca.

Equipo Clínica Tambre