Al emplear un dispositivo de aire acondicionado, se pueden cometer una serie de imprudencias o errores que pueden salir caros. De esta manera, un uso incorrecto de los aparatos de aire acondicionado redunda en el aumento de la factura de la luz. Además, este mal empleo induce al envejecimiento del aparato y el perjuicio del medio ambiente.

La ausencia de la limpieza de los filtros se perfila como el más habitual de los errores. Se trata de una acción vital para que el aparato funcione correctamente. Se ha de realizar una vez al mes. En este caso, si el filtro está sucio puede incrementar hasta un 5 % el consume energético y afectar a la vida de la máquina.

Por otro lado, diferentes estudios han arrojado que el cuerpo humano puede adaptarse tanto a climas fríos como cálidos. En este sentido, la temperatura ideal para el aparato es de 25 ºC. De esta forma, se ahorra en el consumo de electricidad.

De manera anual, se ha de contar con un equipo de profesionales que mantengan el aire acondicionado en buenas condiciones. Lo hacen con la limpieza de las piezas y la verificación del uso correcto.

Existen, por otra parte, elementos que ayudan a mantener la temperatura de la casa de tal forma que se esté cómodo. Así, las cortinas o una cubierta en la ventana favorecerán una temperatura perfecta.

En el supuesto de situar el dispositivo de aire acondicionado en un lugar grande pero de pocos BTU (British Termal Unit) un ventilador será importante. El motivo es que contribuye a mantener en movimiento el aire y, así, distribuirlo a todos los rincones de la habitación.

Si la vivienda dispone de ventanales por donde pueda entrar el sol y calentar en exceso la habitación, es recomendable cerrar bien las puertas y ventanas para evitar que se caliente demasiado la estancia.