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Tipos de implantes dentales más frecuentes

Los implantes endoóseos, los que introducen el tornillo en los huesos maxilares o en la mandíbula, son más habituales que los que denominados subperiósticos que no se atornillan al hueso

El implante dental es una solución médica diseñada para sustituir la raíz que falta de un diente y mantener una pieza bucal artificial en sus sitio. Es una técnica que, a pesar de su popularización en los últimos años, requiere ser realizada por los médicos u odontólogos que estén especializados en implantología y cirugía oral o maxilofacial, ya que requiere una intervención médica.

Los tipos de implantes dentales Madrid más utilizados en la capital de España son los denominados subperiósticos (yuxtaóseos), aunque todavía hay algún profesional que realiza implantes subperiósticos (yuxtaóseos) a pesar de que cada vez son menos utilizados. A la hora de someterse a un implante dental será siempre el profesional quien aconseje el tipo más adecuado en cada caso.

No obstante, es importante tener un conocimiento previo de los tipos de implantes más comunes para tener una visión general de cada uno de ellos. Así y como tipología menos utilizada encontramos con los subperiósticos. Este tipo de implante no se atornilla al hueso sino que es un tipo implante que es sujetado por las encías, siendo la membrana perióstica la que actúa como una cinta adhesiva y sostiene el implante en su lugar. Como se ha comentado anteriormente, es un tipo de implante utilizado raras veces en la actualidad. Estos implantes yuxtaóseos suelen utilizarse en personas que poco o nada tolerantes a las dentaduras convencionales y su hueso no permite realizar los implantes endoóseos.

Por su lado, los implantes endoóseos son los más habituales y se colocan quirúrgicamente por un cirujano maxilofacial. Este tipo de intervención consiste en la sustitución de la raíz del diente, que ya no existe, por un tornillo que está insertado en los huesos maxilares o en la mandíbula. Una vez conseguida la correcta conexión entre el tornillo y el hueso se coloca la prótesis que hará las funciones del diente.

Este tipo de implante es el más común en la actualidad y tiene una tasa de éxito superior al 94%. A pesar de ello es una intervención que requiere de un especialista por lo que es aconsejable acudir a centros o clínicas altamente especializados, ya que cada intervención depende de la persona en concreta y de la cantidad de hueso que tenga disponible en la mandíbula.

En cuanto al tipo de implante por su forma existen los cilíndricos, los tornillos y las láminas. De ellos, los tornillos son la alternativa más utilizada “para pacientes con prótesis no definitivas o puentes, ya que evitan el sufrimiento de las muelas colindantes y su mantenimiento es el mismo que el del resto de los dientes”, según explican desde la clínica Arapiles Dental de Madrid.

El material con el que están fabricados estos tornillos suelen ser el titanio, ya que es un material biocompatible, con una alta resistencia y a que no produce alergias o rechazos por parte de la encía o el hueso del paciente. Debido a ello, es un material perfecto para ser utilizado en intervenciones donde hay que hacer el implante de varias piezas diferentes porque no produce problemas en hueso.

Motivos por los que se realiza un implante dental

Las razones por las que las personas optan por someterse a una intervención de este tipo son muy variadas. Entre las más frecuentes está el hecho de que, por un motivo u otro, falta uno o varias piezas dentales. Con el envejecimiento, la caída de los dientes es una realidad y hay muchas personas que no soportan llevar una dentadura postiza. En estos casos, la realización de los implantes dentales es una excelente solución, ya que además duran años en perfecto estado.

No obstante, antes de someterse a una intervención de este tipo siempre será el cirujano quien tenga la última palabra. Él es el experto y tiene la responsabilidad de guiar al paciente para tomar la decisión más acertada. Para ello tiene que seguir una serie de pasos como, por ejemplo, el realizar un examen dental integral a través de radiografías y elaborar un plan de tratamiento.

La planificación es uno de los pasos más importantes para lograr un resultado perfecto a la hora de realizar los implantes dentales. Debido a ello puede darse el caso o los casos en los que será necesaria la participación de diferentes especialistas como, por ejemplo, el médico experto en enfermedades bucales, el especialista de  mandíbula o el dentista que trabajan con las estructuras que sostienen cada diente.

A pesar de tener una tasa de éxito del 94%, el riesgo que supone una intervención quirúrgica siempre está presente. La mayor complicación que puede surgir es que el hueso rechace el implante, algo que se podrá comprobar al cabo de unas tres semanas. Otro tipo de problemas que pueden surgir son el del nacimiento de infecciones bucales.

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