Las instalaciones eléctricas o montajes electrónicos son el conjunto de circuitos eléctricos que conducen y distribuyen corriente eléctrica desde un punto de origen, conocido como servicio eléctrico, hasta la salida eléctrica. A la hora de realizar su clasificación, debe tenerse en cuenta dos grandes criterios:

Según la tensión
Instalaciones de tensión muy baja: tienen un diferencial muy bajo (menos de 24 voltios en lugares húmedos y 50 voltios en zonas secas) Un tipo de instalación empleada en depósitos de metal o calderas dada su mayor seguridad, minimizando el mal funcionamiento o accidentes.

Instalaciones de baja tensión: lás más comunes, otorgándole un uso doméstico y comecial. Permiten cantidades superiores a 24 voltios y la diferencia de potencial máxima entre conductores es de 1000 voltios.

Instalaciones de alta y media tensión: contienen una gran potencia con grandes pérdidas de energía por el calentamiento de los conductores. Principalmente se emplea en el sector industrial.

Según su uso o función
Instalaciones de transporte: líneas eléctricas buterráneas o aéreas que conectan diferentes instalaciones.

Instalaciones generadoras: tal y como su nombre indica, generan energía eléctrica a partir de otras formas de energía. Se utilizan en líneas de transmisión de alta tensión para transportar la corriente alterna desde el punto de generación hasta los centros de consumo.

Instalaciones transformadoras: aquellas que reciben energía eléctrica y modifican sus parámetros, transformando la energía (ampliándola o reduciéndola según se considere).

Instalaciones receptoras: se caracterizan por transformar la energía eléctrica a otros tipos. Son el punto final de una red de instalaciones que comienza en las de generación, circula por las de transporte y es modificada en diversos puntos, según el caso, por las instalaciones eléctricas de transformación. Es el tipo de instalación más común hoy día, encontrándolas en hogares, empresas e industrias.