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Una nueva era para las telecomunicaciones de la India

En los últimos años, las operadoras de telecomunicaciones en India han acostumbrado a los usuarios a precios muy reducidos y promociones continuas; sin embargo, una nueva era ha llegado al sector, el cual ya no está dispuestas a ofrecer tantas facilidades. En las últimas semanas las operadoras Bharti Airtel e Idea han estado incrementando notablemente sus precios y se espera que otros competidores continúen por el mismo camino.

 

El incremento de los precios comenzó de la mano de Reliance Communications el pasado mes de septiembre, cuando la compañía incrementó un 25% las tarifas de los clientes de prepago. Además, este mismo mes la operadora ha eliminado los denominados “minutos gratis de llamada” que estaba ofreciendo a sus consumidores. Si otras empresas como Vodafone hiciesen lo mismo, más de 350 millones de usuarios de servicios prepago (casi la mitad) se verían afectados por estas medidas. A través de estas medidas, el aumento de precios permitirá a la industria luchar contra la disminución de rentabilidad y el incremento de costes que estaba sufriendo.

 

Según algunas estimaciones, la subida de un paisa (céntimo de rupia) en el precio de cada minuto de llamada sumaría más de 3.600 millones de rupias (alrededor de 50 millones de euros) a los resultados de la industria. Sin embargo, hay una cuestión clave a considerar: ¿cuánto influiría ese aumento de precio en los minutos totales consumidos por los usuarios? Los analistas opinan que los consumidores no reducirían su tiempo de conversación por una subida tan insignificante.

 

Gurdeep Singh, jefe ejecutivo de Reliance Communications, prevé que su empresa suba las tarifas dos o tres veces más en los próximos doce meses. Singh comenta que actualmente sólo cinco operadoras están cubriendo casi todo el mercado indio y, por lo tanto, la escasez de la competencia hace que puedan permitirse incrementar las tarifas.

 

Estos aumentos de precio se deben principalmente a dos razones: por una parte, las tarifas por minuto hablado han descendido dramáticamente en los últimos cinco años; y por otra, los costes de las operadoras se han elevado de forma significativa a causa de las altas tasas de migración de los usuarios de una empresa a otra, ya que esto obligaba a ofrecerles muchas promociones para fidelizarlos.

 

Las operadoras que llevan tiempo en el mercado culpan a las nuevas que han ido entrando en los últimos años. Dicen que la guerra de precios estalló cuando Tata Teleservices empezó a ofrecer tarifas agresivas a sus consumidores (por ejemplo, un paisa por segundo de llamada), forzando a las demás a seguir esa misma línea.

 

“Las nuevas operadoras empezaron a ofrecer tarifas muy bajas y grandes cantidades de minutos libres en su afán de captar clientes y conseguir cuota de mercado. Incluso ofrecían servicios a precios por debajo de su coste, por lo que revolucionaron el mercado” dijo el CEO de una famosa operadora de telecomunicaciones.

Las nuevas operadoras, obviamente, no quieren asumir la responsabilidad. Un alto ejecutivo de Sistema – Shyam Teleservicios comentó lo siguiente: “En Rusia operan algunas grandes empresas de telecomunicaciones, y otras más pequeñas que ofrecen precios bastante menores. Estas últimas se posicionan como “operadoras de bajo coste”, pero las grandes consiguen atraer a los usuarios a través de su marca, cobertura, y calidad del servicio. En la India, sin embargo, las grandes empresas han decidido igualar los precios de los nuevos”.

 

No obstante, en un mercado tan sensible al precio como es la India, la dinámica no puede ser la misma. Las antiguas operadoras dicen que se dieron cuenta de que los clientes sólo se preocupaban por las tarifas. No daban la más mínima importancia a la marca o a la cobertura que ofrecían. Po lo tanto,  estaban dispuestos a cambiar de operadora cada vez que alguien les ofreciese mejores precios.

Como resultado, la migración de los consumidores entre las operadoras ha llegado a cifras altísimas, alcanzando el 15% al mes (cuando hace unos años sólo era el 3%). Esto significa que cada mes uno de cada seis clientes deja su compañía para unirse a otro, y las operadoras se están esforzando más en sumar nuevos clientes cada mes con el objetivo de mantener su cifra de clientes netos al mismo nivel. El coste de adquisición de nuevos clientes, por lo tanto, ha aumentado y ahora representa el seis por ciento de los ingresos de la industria. Por otra parte, las operadoras de telecomunicaciones también están pagando enormes comisiones a los comerciantes para que estos alienten a los clientes a pasar de un operador a otro.

 

Ciertamente, este modelo de negocio no está ayudando a nadie y es insostenible para la industria. Las empresas de telecomunicaciones están intentando cambiar esa tendencia. Por ejemplo, la mayoría de ellos han borrado de sus registros a los abonados que no utilizan sus tarjetas SIM para realizar llamadas. Como resultado, el porcentaje de los clientes activos sobre la base total de suscriptores ha aumentado sustancialmente. Esto, con el tiempo, aumentará el IMPU (ingreso medio por usuario).

Incremento de las tarifas

En este escenario, las tarifas irán subiendo progresivamente hasta que una nueva empresa penetre en el mercado otra vez con estrategias agresivas. Los analistas esperan que los precios de los servicios de telefonía suban entre el 10 y el 20 por ciento en los próximos 12 meses. Pero incluso si se produce ese aumento, todavía no llegarían a los precios medios de la industria de hace tres años.

Las operadoras también están presionadas en el tema de costes. La industria podría tener que desembolsar 20.000 crores de rupias (casi 3000 millones de euros) por temas de exceso de alcance, y por lo tanto eso producirá un aumento en sus costes. Sin embargo, con la reducción de la competencia, las empresas de telecomunicaciones podrán repercutir los costes a los clientes en lugar de absorberlos. El intento del gobierno de dejar libre el uso en itinerancia (roaming free) también tendrá un impacto negativo en los ingresos en el corto plazo, aunque a largo plazo podrá ser neutralizado, ya que se prevé que lleve a los usuarios a hablar más.

Es probable que los costes de adquisición de nuevos clientes de las empresas de telecomunicaciones aumenten con la entrada a los mercados semi-urbanos y rurales, donde hay más de 400 millones de clientes sin cobertura. El coste para llegar a ellos es mucho más alto en comparación con los mercados urbanos, pero las operadoras se verán obligadas a bajar los precios para atraer a estos usuarios por primera vez.

Por último, cabe destacar que el regulador de la industria de las telecomunicaciones ha insinuado que podría considerar “indulgencia” el nuevo comportamiento de las operadoras, e intervenir en los precios mediante la fijación de un máximo. Pero viendo la reducción de la competencia y los altos costes que sufren, es poco probable que el aumento de las tarifas pueda parar.

 

 

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