Hay muchos deportes que se consideran actividades extremas porque conllevan algún nivel de riesgo. Claro está, con una buena preparación y con los recaudos necesarios es posible minimizar cualquier peligro que pueda presentarse. No se puede realizar una actividad de riesgo sin conciencia, es bueno informarse y prepararse con anterioridad para evitar problemas.

El trail running es un deporte que requiere de una buena concentración mental y un adecuado entrenamiento físico. A diferencia del senderismo u otro tipo de carreras, el trail running se desarrolla en terreno de montaña que presenta varias dificultades: subidas, pendientes abruptas, superficies rocosas filosas, ríos o lagos, niebla, nieve, vientos fuertes, lluvia, barro, etc. La naturaleza juega un papel importante y fundamental; muchos fenómenos pueden ser pronosticados con anterioridad pero muchas veces se desencadenan situaciones climáticas no previstas. Entonces, para practicar este deporte hay que contar con las herramientas necesarias. Entre ellas, es imprescindible tener unas zapatillas trail running apropiadas para las superficies montañosas; ropa running específica como equipos de pantalón y remeras livianas y chaquetas cortavientos.

Además, es preciso llevar elementos extras para hacerle frente a las dificultades que puedan presentarse: bastones para sitios donde se requiere mantener estabilidad, brújulas y gps para no salirse del camino marcado para llevar adelante la carrera, y un mapa no vendrá mal por si falla el resto. También elementos de señalización, agua suficiente y provisión extra por las dudas; comida energizante. Si uno va bien preparado, este deporte será la mejor experiencia vivida.