Cuando la demora causa estragos Automoción y afines Empresas julio 5, 2020agosto 5, 2020 Pese a que la mayoría de personas están sometidas a la rutina diaria, a veces suceden pequeñas cosas que hacen que se rompa la monotonía y uno se pregunte qué es lo que ha sido diferente para que lo sucedido haya tenido lugar en ese instante y no en cualquier otro. Salir de casa, dirigirse al garaje y encontrarse la luna delantera del vehículo rota es algo más usual de lo que se pueda creer, aunque la persona a quien le ha tocado la china pueda pensar, a priori, que se trata de algo que solo le ha podido pasar él. Y es que, tal y como indican desde Auto Cristal Usera/Leyva, especialistas en el montaje y reparación de lunas para automóviles, microcoches y vehículos industriales, “la rotura de una luna se puede producir por muchas y muy variadas causas, algunas de ellas incluso pueden resultar difíciles de creer”. Entre las principales causas de rotura de la luna se encuentran: Impactos al volante, son la principal causa de rotura de la luna, y pese a que en ocasiones es fácil percibir el daño, en otrass el daño no se ve instantáneamente, pudiendo producirse con el transcurso del tiempo. Impactos de objetos contra el parabrisas, son también una de las causas más comunes de rotura, y pese a que el impacto pueda causar una pequeña fisura, conviene repararlo antes de que se haga demasiado grande o se produzca la rotura total. Cambios bruscos de temperatura, son otra de las principales causas que pueden hacer que la luna se quiebre, especialmente cuando la diferencia térmica entre el interior y el exterior del vehículo es demasiado grande. Por último, y mucho menos habitual que los casos anteriores, se debe contemplar la rotura de la luna debido a un intento de robo o a alguna reyerta que se haya podido producir en las inmediaciones del vehículo. Sin embargo, en estos casos, lo lógico sería que la rotura se produjera en las lunetas laterales o en la trasera. En cualquier caso, e “independientemente de que la rotura o fisura se haya producido por uno u otro motivo, resulta determinante no demorar la reparación, dado que, si se trata de una pequeña fisura, un cambio brusco de temperatura, un bache o un nuevo impacto, podrían hacer que la rotura fuese total”. Y es que, hay veces que la demora causa estragos. Compartir en Facebook Compartir Compartir en TwitterTweet Compartir en Pinterest Compartir Compartir en Linkedin Compartir Compartir en Digg Compartir