El último informe publicado por la Asociación Americana de la Ropa y el Calzado (AAFA, en sus siglas en inglés) da un respiro a la industria de la moda y el calzado estadounidense tras años de deslocalización de la producción a China.

La última edición del reporte anual ‘ApparelStats 2012’ sobre el estado del sector de la confección en EE UU fue publicada el 26 de octubre de 2012. El análisis ofrece una tregua a la industria, que alcanzó en 2011 un crecimiento del 11,1%. Por primera vez desde que se elabora dicho informe, el sector de la confección estadounidense crece y empuja la penetración de las importaciones por debajo del 98%.

China sigue siendo el mayor proveedor de ropa de EE UU, abasteciendo el 33,2% de las prendas vendidas en el país norteamericano. Según el informe, a pesar de importar el 97,7% de las prendas, la industria de la producción de moda da trabajo en EE UU a tres millones de personas en el segmento de la confección y a más de un millón en el rubro del calzado.

Desgraciadamente, el mercado se contrajo un 5,3% en volumen en 2011, hasta los 19.400 millones de prendas, pero se mantuvo por encima de los niveles de 2008 y 2009. Sin embargo, el valor de las ventas en el mismo ejercicio creció un 4,9% (283.700 millones de dólares, 219.235 millones de euros). Este crecimiento muestra un incremento en el precio final de las prendas, provocado principalmente por un aumento en los costes de producción, y el desarrollo de ventas de productos hacia rangos de precio superiores.

La población de EE UU sigue estando a la cabeza en consumo de ropa y calzado, con un gasto medio 910 dólares en más de 62 prendas en 2011, a pesar de que esta cantidad suponga un descenso en el porcentaje de ingresos dedicado a la moda.

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