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GUÍA PARA COMPATIBILIZAR EL TELETRABAJO Y LA FAMILIA

Muchos días han pasado desde el decreto del Estado de Alarma, en el que las familias se han visto en la obligación de no salir de casa, y por lo tanto llevar hasta sus domicilios el trabajo y la educación de los hijos.

Según explica Irene Gómez, formadora y fundadora de INFOVA, “lo que en un principio tiene la ventaja de permitir pasar más tiempo con los que de verdad importan, algo que siempre echamos en falta, cuando pasan las semanas puede hacerse cuesta arriba, si cada uno no es capaz de encontrar su propio espacio, y sobretodo cuando los padres deben compaginar sus obligaciones laborales con la de cuidadores, profesores, cocineros, limpiadores… en una situación en la que de por sí ya es tensa y extraña”.

Por este motivo y para todos aquellos que no acaban de saber llevar la situación y cuándo aún falta tiempo para saber en qué momento se volverá a la normalidad, la experta nos ofrece la siguiente guía para compatibilizar de la mejor manera el teletrabajo con la familia.

1- Organizar una asamblea. Si no se ha hecho ya, lo primero que debe hacerse es reunir a los miembros de la familia y explicar a los niños la situación, que no se trata de unas vacaciones, sino de un tiempo excepcional y que tarde o temprano se volverá a la normalidad y que por eso es importante continuar con las rutinas, para que todo sea más fácil cuando esto ocurra.

2– Preguntar cómo se sienten. Se deberá aprender a manejar las emociones que surjan tales como la incertidumbre, el miedo o el enfado para que la situación no se complique más, siempre recordando que los niños aprenden por imitación, y por ello es complicado pedirles que controlen sus emociones cuando los padres no lo hacen.

3– Repartir tareas. Una vez que sabemos cómo nos sentimos y se ha hablado de la situación a la que nos enfrentamos, es un gran momento para escribir en un papel todas las tareas de la casa y repartirlas entre todos, según la capacidad de cada uno. Cuando no se ha tenido la ocasión de dar a los hijos responsabilidades con anterioridad, este es un gran momento para hacerlo, desde aprender a cocinar a tareas más sencillas como poner la mesa o echar una mano con la limpieza.

4– Hacer planes. Escribir las cosas que os gustaría hacer a lo largo del confinamiento, y a las que se puede dedicar el tiempo cuando este no es de trabajo o estudio. Se deben acordar tanto en actividades en familia, como en tiempo para estar solos. En estos planes no deben olvidarse los momentos de juego, risas, bromas y buen humor. Porque la situación parece que va a ser larga y se va a necesitar todo el sentido del humor para gestionar lo que ocurra en la casa. Así mismo, si se habla de trabajo, una buena idea es escribir cuáles son los objetivos profesionales de la semana y elegir qué tarea es indispensable que se lleve a cabo a lo largo de ella.

5– Cada uno con su horario. Una vez que tenemos todas las actividades que queríamos hacer repartidas y una planificación, cada miembro del equipo familiar debe construir su propio horario. En los niños más pequeños ayuda hacer esta planificación de manera visual, en una cartulina o un folio, pintando o recortando imágenes, para incluir a la hora en la que van a despertarse, el tiempo de trabajo, los tiempos de descanso, aquellas responsabilidades a las que se hayan comprometido, etc.

6Ser disciplinados. A la hora de seguir la planificación es posible que durante los primeros días se haya sido menos efectivo por la falta de práctica y que con el paso de los días, se corra el riesgo de relajarse y empezar a descuidar las rutinas. Pero mantenerlas es indispensable ya que los espacios que se vayan perdiendo son difíciles de recuperar después. En el caso de ser una persona que tiende más a la improvisación y no concibe tener toda la agenda organizada, se puede planificar solo aquello que necesariamente tiene que ser hecho para lo profesional y también para la personal.

7Arréglate. Es importante estar cómodo, pero no por ello descuidado. Lo adecuado que es todos se arreglen como si se fuese a recibir a alguien en casa. Es vital cuidar la imagen con nosotros mismos, para que no decaiga nuestra auto percepción. Porque esta está muy ligada a nuestro nivel de motivación, además apoya que nuestro cerebro entienda que está en un contexto de trabajo y no descansando en el sofá.

8- Identifica las tareas para las que se necesita más concentración. Para realizarlas con tranquilidad puedes despertarte antes que el resto de la familia, si no es posible se puede también planificar con holgura, para tener un espacio reservado para hacer o terminar aquello que no se pudo por interrupciones o porque surgieron otros asuntos que requerían de nuestra atención en ese momento.

9- Organízate por bloques. Si hay dos adultos en casa, lo ideal es organizar el trabajo en bloques de 3 horas, en los que mientras uno trabaja, otro se ocupa de los hijos. Si una sola persona debe ocuparse de todo solo, la organización por bloques se debe hacer igualmente. Cuanto más pequeños sean los hijos, más pequeños tendrán que ser los bloques, pero pactar con ellos los tiempos y hacerles ver que es importante que sean respetuosos con ellos es de mucha ayuda, ya que si cada vez que los niños interrumpen se les atiende, pensarán que lo que se está haciendo no es tan importante y seguirán interrumpiendo. En este aspecto también conviene trabajar con la puerta del despacho abierta, y es que por raro que parezca, al cerrar la puerta es más difícil concentrarse. La realidad es que enseguida empezará la preocupación por saber qué están haciendo los demás, por ello es mejor poder supervisar la distancia, que todos están cumpliendo con sus tareas o entreteniéndose con alguna actividad.

10- No pierdas el contacto con tus compañeros. Hay muchas herramientas tecnológicas muy útiles para la gestión de proyectos, para las reuniones con pocas o muchas personas. Pero también es recomendable usarlas para organizar videoconferencias con compañeros, por ejemplo para tomar un café y tener conversaciones informales. Y es que es importante seguir cuidando el vínculo con ellos en este tiempo de confinamiento, además hablar con otras personas que están en la misma situación también nos va ayudar a mantener nuestra salud mental.

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