El coronavirus ha causado estragos a lo largo y ancho del planeta, las pérdidas de vidas humanas se cuentan por cientos de miles, las economías se resienten y por contrapartida el medio ambiente se recupera mínimamente. Y es que, con buena parte de la población confinada en sus hogares se redujo enormemente la contaminación atmosférica que clásicamente se presentaba en ciudades como Madrid o Barcelona, colapsadas por la gran afluencia de vehículos. Pero no solo eso, sino que el obligado confinamiento produjo una enorme reducción de la generación de residuos. Hasta el 2019, el sector del reciclaje en España estaba formado por cerca de 6.000 empresas que proporcionaban 33.000 puestos de trabajo directos, y que generaba más de 10.000 millones de euros de volumen de negocio, lo que supone, casi el 1% del PIB nacional. Sin embargo, como en el resto de los casos, la pandemia también ha hecho que el sector del reciclaje se resienta. No obstante, para hacerse una idea de las cifras manejadas cabe comentar que durante el 2019 se reciclaron cerca de 6,1 millones de toneladas de chatarras férricas, más de 1 millón de toneladas de plástico, cerca de 814.000 vehículos, más de 249.000 toneladas de envases metálicos, y