El sector educativo se encuentra bajo una amenaza constante de ciberataques, con costes económicos y reputacionales alarmantes. Según un estudio de Sophos, los centros educativos afectados por ciberataques enfrentan un impacto económico que oscila entre 4 y 6 millones de euros. Además, un análisis de Check Point Software destaca que cada organización del sector sufre una media de 1.500 ataques por semana.   Entre las amenazas más devastadoras está el ransomware, que bloquea sistemas y exige rescates exorbitantes. De acuerdo con la división de investigación Unit 42 de Palo Alto, Medusa, una de las variantes de ransomware más activas, afectó a 74 organizaciones en sectores como tecnología, educación y fabricación, siendo el educativo uno de los más perjudicados.   El atractivo de las escuelas para los ciberdelincuentes radica en la sensibilidad de los datos que manejan y, a menudo, en sus defensas insuficientes. “Los ataques de ransomware no solo ponen en peligro datos esenciales, sino que también afectan la seguridad y privacidad de estudiantes y personal, desencadenando crisis económicas y de reputación”, afirma Ignasi Nogués, CGO de Faronics España.   Cómo proteger las escuelas del ransomware Faronics España insta a los centros educativos a adoptar medidas prácticas para proteger sus redes y prevenir ataques. Entre las recomendaciones