Las ventas de vivienda se hunden un 15% y las de nuda propiedad aumentan un 52% Vivienda marzo 30, 2021 Hace un año que se declaró el estado de alarma para hacer frente a la pandemia provocada por la COVID-19, y desde entonces la incertidumbre se ha apoderado de muchos sectores económicos, entre ellos el inmobiliario. El mercado de la vivienda se mueve en una montaña rusa de subidas y bajadas de precios y compraventas, y hacer previsiones de cuál será su evolución en el corto y el medio plazo es prácticamente imposible. Por ejemplo, tras los repuntes en las compraventas del 1,9% en noviembre y del 3,7% en diciembre, enero ha registrado una caída interanual del 15,4%. Pero en este contexto hay un producto inmobiliario que ha mantenido su tendencia al alza a pesar de la crisis: la vivienda de las personas mayores, y en concreto la nuda propiedad. Según uno de los principales expertos en este ámbito, el consultor inmobiliario Eduardo Molet, “nos encontramos en un momento emergente para este mercado. Los mayores están monetizando sus casas y pisos para obtener liquidez del ahorro que durante toda su vida han invertido en la compra de su vivienda”. En los últimos años, hoteles, oficinas, locales comerciales o el suelo urbanizable se han dejado hasta un 50% de su valor, y el
La confianza y la tranquilidad es algo que se logra con el tiempo Aseguradoras Comercio Minorista Es noticia noviembre 1, 2017 Esto no es algo que digamos nosotros. Esto lo vemos en el día a día, en el trabajo, en las relaciones humanas. Cuando conseguimos un trabajo es normal que al principio, aunque la ilusión y el empeño nos haga ver que pueda ser el trabajo de nuestras vidas, en el fondo, dudamos de que podamos ser tan válidos para la empresa como para estar en ese trabajo durante muchos años o sí simplemente encajaremos en esa labor. Los tiempos están cambiando y la situación actual es que, no solo la empresa toma la decisión de no contar con nosotros sino, somos nosotros mismos los que tomamos la decisión de cambiar de trabajo en busca de esa zona de confort que nos permita llevar una vida tranquila y sosegada, con nuestros ahorros por un lado, nuestras vacaciones, viajes al fin del mundo, familia, vivienda, etc... Y cuando ya sentamos la cabeza y llegan los niños, si hemos sido previsores, no nos encontramos con un problema en lugar de una gran ilusión, si hemos sabido prever con cierta antelación los giros que va a dar nuestra vida. Más tarde llegará el momento de enviar a los hijos a estudios superiores que por desgracia muchas veces