Consecuencias de la confusa situación del mercado automovilístico Automoción y afines agosto 24, 2019agosto 29, 2019 Hubo un tiempo en el que las opciones eran muy limitadas, en el que la decisión más complicada consistía en la elección entre dos o tres posibilidades, haciendo que decantarse por una de ellas fuera complicado, pero no tanto como en la actualidad, en el que los abanicos de posibilidades son tan amplios que cualquier decisión, por pequeña que sea, requiere de tiempo y en ocasiones, incluso de un pequeño estudio que ayude a aclarar conceptos sin más ánimo que elegir la mejor de las opciones. Elegir el vehículo más apropiado es un claro ejemplo, pues hoy, además de vehículos a gasolina y diésel, existen los eléctricos y los híbridos, haciendo que la dificultad se vea duplicada. Y si a ello se suma la enorme variedad de marcas y modelos, la decisión puede llegar a alcanzar la complicación absoluta. “Lo imprescindible para comprar un automóvil es tener claras las necesidades y, a partir de ahí, se deben ir descartando todas aquellas opciones que no se ajustan a esas necesidades. Por ejemplo, si se desea un vehículo para viajar con un maletero de gran capacidad, se deben descartar los utilitarios pequeños en los que a duras penas cabe la compra semanal”