Según diversos estudios publicados, al dejar de fumar se engorda, de media, entre 3 y 5 kilos. Tal y como destacan los expertos de Ysonut, el laboratorio especialista en Nutrición-Salud, es conveniente tener en cuenta una serie de aspectos a la hora de proponerse abandonar este hábito con el fin de no aumentar peso.

Son muchos los que, al empezar el año, se ponen como propósito dejar de fumar. Sin embargo, tal como concluye un estudio realizado por la revista médica British Medical Journal, al abandonar este hábito, se suele engordar una media de 3 a 5 kilos. Esto se debe, principalmente, a dos factores. Uno es que la nicotina tiene un cierto efecto anorexígeno, es decir, que sacia el apetito y, el otro, tiene que ver con el hábito, con sustituir los cigarrillos por algo de picar. El Doctor Jose Antonio Casermeiro, de la Dirección médica de Laboratorios Ysonut, comparte con nosotros cinco consejos para conseguir no ganar peso a la hora de dejar de fumar.

Nutrición cerebral: aporte de aminoácidos responsables del humor y la saciedad

Tal y como sostiene el Doctor Casermeiro, “las hormonas cerebrales juegan un papel importantísimo en la consecución del objetivo de dejar de fumar”, a lo que añade: “el control de la ansiedad y el estrés, la concentración y la capacidad de superar las adicciones pueden conseguirse mediante el aporte de ciertos aminoácidos específicos (tirosina y triptófano), que nos ayudan a sintetizar los neurotransmisores cerebrales responsables del humor y la saciedad”. Por este motivo, es clave ingerir alimentos que estén enriquecidos con dichos aminoácidos.

Organizar la ingesta de alimentos según la hora del día

Es esencial establecer un orden de los alimentos que se consumen en cada hora del día. Siempre según los principios de la Cronobiología Nutricional de vanguardia, la organización de los alimentos debe ser establecida por un médico especializado en nutrición. Esto “mejorará los resultados obtenidos al tomar alimentos enriquecidos en aminoácidos favorables al control del humor y la saciedad”, tal y como sostiene el Doctor Casermeiro. Por ejemplo, no comer carne roja ni huevos por la noche, regular los azúcares rápidos en el desayuno, cenar pescado o marisco, etc., son algunas de las pautas a seguir.

Dieta de aporte proteico

A través de un tratamiento médico personalizado, es posible no sólo no aumentar de peso al dejar de fumar, sino incluso perderlo, sin sensación de hambre y sin efecto rebote. En este sentido, una estrategia a seguir es la de una dieta en la que exista un gran aporte proteico. Es muy importnate que dicho tratamiento se realice siempre bajo la supervisión de un médico.

Micronutrientes para evitar el nerviosismo y la irritabilidad

Al dejar de fumar, el paciente suele enfrentarse a estados de angustia, irritabilidad y nerviosismo. En este sentido, es básico que en el tratamiento para dejar de fumar, el médico paute los micronutrientes naturales necesarios para evitar el malestar propio de dicho cambio de hábitos. “Magnesio de origen marino, compuestos con rhodiola, pasiflora, taurina, complejos vitamínicos, y un largo etc darán al paciente el bienestar que requiere en todo el proceso”, comenta el Doctor Casermeiro.

Comer respetando los ritmos biológicos de cada persona

Las personas tienen unos niveles de hormonas por la mañana, otros por la tarde y aun otros por la noche. Por este motivo, es esencial desarrollar una estrategia que respete dichos ritmos, para un mejor funcionamiento de todo nuestro organismo. Es lo que se denomina Ritmonutrición®, es decir comer respetando los ritmos biológicos de cada persona. Esto es algo muy importante para cualquier persona, y mucho más ante el reto que supone dejar el hábito del tabaco.

Mediante la combinación sinérgica de todos los elementos mencionados, el médico ayudará a que el paciente recupere el control de su cuerpo y consiga superar la adicción.

Acerca de Laboratorios Ysonut: http://www.ysonut.es