España deja ir la mayor feria científica del mundo

Una de los festivales científicos más reconocidos a nivel mundial, el Festival Starmus, que reúne a personalidades como Stpephen Hawkins y otros doce premios Nobel se marcha de España… por falta de apoyo financiero.

España, ese país que ya lleva diecisiete ediciones de Gran Hermano. Que sigue anclado en ese “Lejos de nosotros la funesta manía de pensar”, que decía un letrero en la desaparecida Universidad de Cervera cuando la visitó Fernando VI. Y que cada día se hunde un poquito más en el pozo del desconocimiento y  la incultura. Incultura que ya Victor de la Serna describió tan brillantemente en 1979 en su artículo “España, el pozo de la incultura”.  Y es que España ha dejado escapar uno de los festivales científicos de mayor calado internacional.

Ésta semana el festival Starmus anunció su traslado a Noruega en busca de fondos que permitieran su celebración. Salvo el Cabildo tinerfeño nadie, ninguna empresa, ni tan siquiera una empresa tecnológica, ha decidido poner un solo euro para que se celebrara el festival de ciencia más importante del mundo en suelo español.

Starmus se había convertido en un evento de repercusión mundial. Con figuras como Richard Dawkins, el divulgador Neil de Grasse Tyson, el economista Joseph Stiglitz y el músico y astrofísico Brian May. Todos acompañados por casi una docena de premios Nobel y siete astronautas y cosmonautas. Se han reunido en España durante tres años para celebrar un evento científico de dimensión mundial. Para entender la grandeza de éste festival científico, vale la pena pensar que, en su edición de 2011, el cabeza cartel había sido el astronauta Neil Armstrong, en la que fue su última gran aparición pública antes de morir.

Los esfuerzos por conseguir financiación para Starmus pasaron por todas las puertas de las empresas del Ibex 35. Pero ninguna quiso ligar su imagen a un festival científico “sin aparente beneficio económico”.

El último Festival Starmus, que contó con medios internacionales como National Geographic o Wired, tuvo un impacto global de 415 millones. Según este mismo cálculo. Ninguna empresa española de primer orden quiso ligar su imagen a esa repercusión, que atrae a los principales medios españoles.

La última edición del festival Starmus contó con la presencia de medios internacionales como National Geographic o Wired y se le calculó un impacto global de 415 millones de euros. Sin embargo, ni siquiera en esa ocasión, las empresas españolas quisieron apoyar el festival.

¿Rentabilidad o desarrollo? ¿Qué esperar de un país donde la ciencia de primer nivel no interesa? La respuesta es clara. En el país de Cervantes, Lope, Servet, Ramon y Cajal, Marañón… la cultura y la ciencia no venden. Con lo que gana Belén Esteban en menos de dos meses, el festival hubiera podido salir adelante. Muera la inteligencia, viva la muerte, así somos.

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