Gastronomía mayo 5, 2020abril 28, 2020 La hostelería es uno de los sectores más afectados por la pandemia del COVID-19, viéndose obligada a cerrar sus puertas al inicio del estado de alarma, y todo apunta a que serán de los últimos locales en reabrirse al público. Las plantillas de los restaurantes se encuentran hoy en situación de ERTE, a excepción de la venta a domicilio, y los restauradores soportan la presión e incertidumbre de pensar cuánto tiempo más tendrá que estar cerrado el local, si vendrá el mismo volumen clientes al reabrir con medidas preventivas de contagios, y cómo estará la motivación del equipo cuando se reincorporen. La situación cuando reabran no será nada favorable, ya que a los meses sin facturación se le sumarán agravantes como la caída del turismo internacional, los menores ingresos de las familias por la crisis, las inversiones en material de protección, las reducciones de aforo previstas y el miedo de algunos clientes a exponerse a contagios fuera de su casa. Un informe de Ernst & Young prevé que en España el sector HORECA pierda el 40% de su facturación, y desaparezcan hasta 40.000 locales (el 15%) y 200.000 puestos de trabajo de los 1,7 millones que generaba antes de estallar la pandemia. Los camareros son un perfil profesional con mucho impacto en las ventas de un restaurante y en sus reseñas online, pero pocos han pasado por escuelas de hostelería, así que cada empresa debe formarles en su propia forma de hacer. La start-up Siltom Institute considera que “para sobrevivir en el mercado será más crítico que nunca capacitarles en saber hacer disfrutar al cliente de una buena experiencia, aplicando a la vez estrictos protocolos de prevención de contagios”. Siltom planificó entrar con fuerza en el sector de la restauración durante 2020, para llegar a ser la herramienta de referencia en la transformación digital de la formación a sus plantillas, pero tras una prueba piloto con el equipo de sala del Delta Restaurant, la pandemia detuvo temporalmente su plan de expansión. “Los restaurantes han digitalizado casi todos sus procedimientos internos, pero su gran asignatura pendiente sigue siendo la formación de bienvenida de nuevos empleados o ante cambios en la forma de trabajar. Cuando se conozca la fecha de reapertura, los grupos de restauración organizada dispondrán de un tiempo insuficiente para hacer capacitaciones presenciales en todos sus locales, así que la solución óptima puede ser prepararse para tener un buen control de que aprenden desde su smartphone.”, afirma Maribel Bainad, CPO de la consultoría Siltom Institute; quienes llevan tres años implantando su metodología de gamificación neurodidáctica con el smart-game Trainapp para contribuir a hacer crecer las ventas de equipos comerciales de grandes empresas como las farmacéuticas. Ante las dificultades financieras que impone la pandemia, Siltom va a reconvertir en donaciones solidarias la mayor parte de sus tarifas previstas para el sector hostelero. Ha lanzado una campaña por la que formará a coste cero hasta 15 personas del equipo de sala de cada restaurante. Los grupos de restauración organizada con más de 100 empleados podrán personalizar el proyecto formativo standard con los protocolos o normativas internas que tengan establecidos y su imagen de marca. “La nueva realidad requerirá cambios en el abordaje del cliente y en la manipulación higiénica de platos, utensilios e instalaciones. Como expertos en aprendizaje eficiente en adultos, con Trainapp podemos aportar una forma motivadora de interiorizar y dominar los nuevos procesos por complejos que sean, y conseguir su aplicación práctica espontánea”, señalan des de Siltom. Diversos grupos de restauración con espíritu innovador han contactado ya con Siltom, como el Grupo Moga con 14 locales en Valladolid y Menorca, que está ultimando la preparación de su proyecto personalizado para iniciar esta formación gamificada tan pronto como se dicte una fecha que permita reabrirlos. La prevención de la covid-19 también ha atraído a ayuntamientos, que valoran utilizar Trainapp como herramienta con la que contribuir a garantizar a sus habitantes la seguridad y excelencia de los restaurantes de su municipio. Otra ventaja de la formación en formato de juego es que quien la realiza no la considera como una ‘carga de trabajo’, sino que aprender jugando en micro-sesiones de unos 10 minutos durante 2-3 semanas, resulta un divertido reto que puede ser bien recibido incluso durante un ERTE. Lo demuestran datos como que el 82% de usuarios de Trainapp sigue jugando en sus días festivos. El confinamiento puede ser por tanto una oportunidad para crecer profesionalmente y sembrarse un mejor porvenir cuando se reprenda la actividad. “Los empleados de la hostelería están viviendo con ansiedad la incertidumbre en su sector y les queremos ayudar a recuperar su motivación imprescindible en el trato con el público. Los profesionales de sala bien formados disfrutan más de su trabajo, incrementan su capacidad de ingresos en propinas, tienen más oportunidades de promoción, y se sienten más seguros en su puesto”, señala Maribel Bainad que añade que “la ciencia ha comprobado que no funcionan las formaciones pasivas, intensivas, aburridas, unidireccionales y de impacto único, porque familiarizan con los conceptos, pero no ordenan las ideas ni dejan huella perdurable en la memoria. Por eso en 2020 haremos el esfuerzo de no cobrar por nuestros servicios a la hostelería apoyándoles en la medida de nuestras posibilidades, para que las dificultades económicas que impone el momento no les impidan adoptar metodologías de aprendizaje disruptivas y efectivas. Además, así los restauradores que dispongan de algún presupuesto de training lo podrán dedicar a elegir premios atractivos para sus mejores empleados en el juego”. 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